Joder, casi una semana sin actualizar... me tengo que poner las pilas, que luego se me olvidan las cosas y paso. Como tenga que confiar en mi memoria para recordar lo que me pasa acabaria como
Samantha Who?. El caso es que llevo toda la semana pensando: "hoy actualizo" y luego nada. De vez en cuando miro las notas que escribo en el móvil o en el ipod touch y me doy cuenta de que nunca las miro a la hora de actualizar. Me tendré que comprar una moleskine o algo así, para ser consciente de que si apunto algo es para ALGO. Por ejemplo, se me olvidó comentar que el miércoles pasado (a.k.a. MIÉRDOLES) pusieron
Girl From Mars de ASH en el Tupperware y me recordó que leí en algún sitio (¿blog, facebook, fotolog? Ni idea) que un bar indie no era un bar indie si no sonaba esa canción. Por supuesto, sonará en la sesión que haremos Nabo y yo el 11 de diciembre en nuestro local favorito de Madrid:
EL FOTOMATÓN. Hoy estoy con ganas y tiempo, creo que editaré links y todo, para hacer amena la entrada, que me huelo que será larga.
El lunes y el martes poca cosa. Bueno, sí, el martes quedé con Henar y con Alber después de clase para tomar algo por la zona de Alber. Estuvimos en un sitio que tampoco pude disfrutar en todo su esplendor porque me tomé una caña y ya. Se llama Lorena (el bar) y Alber dice que está genial. Henar tuvo un lapsus muy gracioso, nos dijo que había sacado de la biblioteca "La Anatomía de Dorian Gray".
El miércoles corrí como un loco desde la salida de clase hasta el McDonald's de Montera, donde me esperaban Nabo y Henar. Me zampé un menú
MAC, que es la hamburguesa nueva que no lleva salsa y que me flipa. A Henar no tanto. Habíamos quedado para ver en EL SOL a los
Jugoplastika, que son grandes amigos de Nabo. Por 6 euros que costaba la entrada nos regalaron una bolsa bien bonita diseñada por Luis (creo) de una calidad pésima, pero muy bonita, que es lo que cuenta.
De teloneros trajeron a unos tal
Fuck Dress, que eran muy arties, con un cantante que parecía un personaje de Dan Clowes y una batería que aporreaba la batería con ganas y que parecía Juno 5 años después de parir. Hacían mucho ruido y el cantante recitaba y cantaba a partes iguales. Nadie les prestó demasiada atención, incluso en alguna canción solo aplaudimos Nabo, Henar y yo. Fue por cortesía. Después llegaron Sele y Aida y justo empezaron Jugoplastika. No los había visto nunca y tenía ganas, pero la verdad es que no me gustaron tanto como esperaba. Si fuera Najwa, diría que el sonido fue cacharrero, pero como no soy Najwa, diré que en las primeras canciones se oía muchísimo el bajo y casi nada la batería, y que el grupo estaba tan entre amigos que pasaron un poco. En cuanto terminaron corrí a Moncloa para no quedarme en Madrid hasta el infinito.
El jueves no tuve clase, fin de semana largo larguísimo. Fui a casa de los Pablos a ver cómo va la obra. La verdad es que le han echado paciencia, arte, coco, y todo lo que dice
el jingle de Nesquick. Se están haciendo su casa, literalmente. Con sus propias manitas. Allí estaban Pablo A y Santi. Nos bajamos al VIPS de Fuencarral, donde se nos unieron Adrián y Jose. Muy bien la velada, aunque la cena un asco. Nos pedimos esos menús de 7.50 que tienen ahora y bah. Mi sandwich estaba tragable, pero la pizza que se pidió alguno fue un error garrafal. Pero vamos, que mal. Solo fuimos porque VIPS nos mandó un puñado de dinero VIPS para gastar entre semana.
Viernes... ¡ALCALÁ DE HENARES! Qué verguenza. No habíamos estado en Alcalá. Qué cutres. Nos fuimos con Jose de guía, que estudió allí. La casa de Cervantes nos pareció un poco estafa, pero la ciudad es preciosa. No entramos al festival de cine, se nos hizo tarde.
Dejamos a Jose en su casa y nos fuimos al centro de Madrid. Pillamos algo de cena y copete y nos apalancamos en casa de Adrián. Adrián, en el viaje de vuelta desde Alcalá, me descubrió a
Cof Cof, un grupo de Valencia que si se gastaran un poco más de dinero en producir sus maquetas y enviaran una al
NME los convertirían en los nuevos CSS. Muy chulos. De casa de Adrián fuimos al Al Lab Oratorio, que pinchaban Sele y Aida. Fue un poco estafa, porque pinchaban en la parte de abajo y solo te dejaban pasar si te pedías una copa arriba. En fin, algunos pasamos por el aro y otros no. Ahí empezó mi noche peregrina, que consistió en irme uniendo a planes. Me quedé con Sele y su troupe para meternos en el Nasti, saltándonos la cola (yo no me enteré ni cómo ni por qué). Dentro me encontré a una compañera de clase y me quedé con ella. Nos fuimos al Siroco, pero había que pagar para entrar y decidí poner fin a la noche. Cuando entré por la puerta de mi casa era tardísimo.
El sábado me levanté fatal y estaba de todo menos para moverme al Joy Eslava a ver a The Streets. Me vi un capítulo de El Internado, me eché una siesta, saqué fuerzas no sé de dónde, me duché y me cogí un puto bus de Llorente hasta el centro de Madrid. Nos metimos en un Cañas y Tapas y nos fuimos sin pagar porque la camarera no nos quería cobrar. Y de ahí, a
The Streets. AH, qué conciertazo. Creía que sería algo tipo un DJ y Mike Skinner rapeando y cantando, pero no, llevaba una señora banda como Dios manda. Del último solo toco tres canciones (empezó con Everything is borrowed), y se marcó un greatest hits. Nos percatamos de que casi todo el público era inglés, y pensamos que para un inglés que viva aquí, un Erasmus por ejemplo, debe ser fantástico poder ver a los grupos de su país en salas más que pequeñas y a precios que les deben parecer de risa. El concierto fue maravilloso, pero tengo que hacer unos PEROS:
1. Mike Skinner estaba súper pesado exigiendo a la gente que se animara porque sí. Esperamos animarnos con tus canciones, no porque tú nos lo ruegues antes de cada canción.
2. Mike Skinner estaba muy cliché, ladrando palabros en castellano y pidiendo todo el rato disculpas por no saber el idioma. Cada vez que hablaba en inglés lo hacía vocalizando y gritando como una madre le habla a un extranjero que no sabe español, creyendo que cuánto más alto, más entenderá. En fin, sé que no hablamos inglés como los suecos, pero la cosa va cambiando. A su favor en este aspecto diré que pidió perdón en nombre de Inglaterra por los turistas de las costas, los que se emborrachan y destruyen.
3. Estábamos delante de dos maleducadas que no paraban de empujar, tocar, e incluso una llegó a poner su cámara de fotos encima (posada en) de mi cabeza para sacar una foto. Sin pedir permiso ni nada.
4. Hubo referencias por parte de Mike Skinner a las drogas más propias de un adolescente que de una estrella de la música moderna. Muy cutre. Eso sí, la gente le lanzaba todo tipo de sustancias (un porro hecho seguro, y otra cosa que creemos que era una pastilla).
5. Tuvimos que hacer unos cuantos paripés: primero dar cuatro saltos en una parte de una canción, luego agacharnos TODOS (vale, esto estuvo guay, toda una sala agachada es bastante impresionante), luego quedarnos congelados cuando el batería hacía una seña... No sé, un poco rollo.
Lo que sí fue muy sorprendente para bien fue que de vez en cuando metían partes de versiones: una de Prodigy (creo, del disco ese con portada gris que sacaron antes de Firestarter y su etapa FESTIMAD), una de Glasvegas y otra de Hot Chip. Al final otra que no me acuerdo.
Después del concierto estábamos caninos y Henar propuso el Mareas Vivas. Allí el camarero raro nos trató fatal durante toda la velada hasta que Guille le dijo algo y de repente se puso majo. La pena fue que esto llegó cuando estábamos pidiendo la cuenta. De todas formas, el Mareas Vivas mola un montón, y las patatas fritas están ricas ricas. El cansancio pudo con nosotros y nos recogimos pronto. Al llegar a casa me puse el último capítulo de la primera temporada de El Internado y a la cama.
Y ya, el domingo. Me levanté sin demasiadas ganas de nada. Estos se iban al teatro, pero a mí me daba una pereza
que lo flipas. Pero a medida que pasaba el día me iba picando el gusanillo de huir de casa y hacer algo de provecho, así que me metí en atrápalo... ¡y me quitaron la última entrada mientras le estaba dando a confirmar! Adrián estaba haciendo la boa constrictor con Nicole tras una comida bastante opípara y me cedió su entrada, porque no estaba para versiones teatrales de "Crimen y castigo". Así que nada, hasta el teatro Chejov que fuimos, en Lavapiés. Un teatro enano y miedo arty, y a pesar de eso, con su cupo de viejas de Madrid adictas al teatro. Da igual lo que vayas a ver, un monólogo de Antonia San Juan, una obra
minimal en La Cuarta Pared, un musical de la Gran Vía o "Cinco horas con Mario" de Lola Herrera. Siempre habrá un número importante de señoras emperifolladas dispuestas a recibir su dosis de artes escénicas. La obra no sé, no soy mucho de teatro. El protagonista me ha parecido un gran fallo de casting, lo hacía bastante mal. La iluminación era chula, y jugaban mucho con la lluvia, la nieve, unas velas y una ventana que hay en un lado del escenario. Pero adaptar "Crimen y castigo" y que quede bien es una misión imposible. Además han vendido más entradas de la cuenta y había gente con sillas supletorias en los pasillos. Muy cutre todo. No sé, no me quería poner muy tiquismiquis y al final mira.
Agh, ahora a poner links, subir fotos, poner cursivas...
3 comentarios:
intuyo que miedo arty=medio arty, pero casi que me gusta más MIEDO ARTY.
intuyo que miedo arty=medio arty, pero casi que me gusta más MIEDO ARTY.
intuyo que miedo arty=medio arty, pero casi que me gusta más MIEDO ARTY.
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