lunes, noviembre 24, 2008

Menos gritos, Milagritos

Esta semana ha sido fantástica. He visto a un montón a la gente y me lo he pasado súper bien. Gracias al máster ahora voy todos los días a la gran ciudad, alejándome de la ciudad dormitorio que me ha criado. Con lo casero que soy, ahora me está picando el gusanillo de estar por ahí haciendo cualquier cosa. Un inconveniente que le veo a todo esto es que el dinero es necesario. No mucho dinero, pero la cenas y las cañas no son gratis. En fin, que tengo que encontrar las dichosas prácticas YA. Aunque es probable que no me paguen, por lo menos ocuparé todo el tiempo del día y al final estaré cansado para estar de pingo todos los días. En fin, que si alguien sabe de unas prácticas, que me avise o algo.

El viernes intenté compaginar dos planes y me salió más o menos MAL. Era el cumple de Pablo, pero también tenía una fiesta con los del máster. Fui al cumple, cené, estuve un ratejo con todos estos, y salí hacia la fiesta, en Prosperidad. Era una fiesta privada para promocionar un nuevo formato de cigarros que va a lanzar una conocidísima marca de tabaco, y la fiesta consistía en que TODO era gratis. TODO significa tabaco, bebida, guardarropa y chuches. Con el rollo de que el producto en cuestión eran unos cigarros pequeñicos, la temática era el tamaño, y todo estaba decorado como en "El increíble hombre menguante" siglo XXI. Había una montaña hecha con libros, gomas de borrar y cajas de clips, un ordenador gigante cuyas teclas erana asientos, la barra era altísima... cosas de las promociones. Mientras esperaba para pedir un gintonic oí una conversación que me impactó, relacionada con el asesinato del chaval de Aravaca en el Balcón de Rosales. Un chico le decía a otro que si le habían matado los porteros, algo habría hecho. Vamos, que una provocación bien vale una muerte. Flipado me quedé. La conversación siguió por unos derroteros en los que no puse la oreja porque estaba espeluznado y mi Tanqueray-Nordic Mist ya estaba ready-to-drink. Pero lo último que pude oír es que la prensa estaba ocultando los verdaderos motivos que habían llevado a los porteros a cargarse al chico. Una locura.



La fiesta: me lo pasé bastante bien, y creo que sirvió para romper el hielo con gente de clase con la que casi no había hablado. El problema que le encontré es que al ser una fiesta para un público bastante heterogéneo, todo era un poco impersonal, y mezclaban churras con merinas. Por ejemplo, los camareros iban con gafas tipo las de la portada del disco de Russian Red, pero la música era el típico house blando que a nadie gusta, pero que a nadie molesta. Por lo menos estaba baja de volumen, se agradeció. Estuve pensando en irme durante bastante rato, pero por problemas de logística no salí de allí hasta las 4. Me cogí un taxi con unas compañeras utilizando malas artes (la calle López de Hoyos estbaa imposible) y me fui hasta La Leyenda, donde estaban Sara, Nabo, Henar y Alber jugando al típico Trivial de máquina. Habían estado en el Fotomatón y lo habían pasado de pamels. Me quedé a dormir en casa de Henar, que al día siguiente había que levantarse temprano y no estaba para volver a Majadahonda, dormir, levantarme, cogerme un bus a Madrid y volverme otra vez a Majadahonda a comer para luego volver a bajar a Madrid para salir por la noche. Bueno, un galimatías.



Así que eso, me desperté en la cama supletoria de la casa de Henar a las once menos cuarto, me duché y me piré al cine Roxy-B, donde estrenaban los cortos de la última promoción de la ECAM tras su pase en el Festival de Valladolid. De camino me paré en el Starbucks a desayunar, y me soplaron 7 euros por un café y un bloomer de pollo al pesto. Un timo, pero un timo sabroso. Me senté enfrente del cine a terminarme mi desayuno sorprendido por no tener resaca. Viva el NO GARRAFON. Mientras pedía al cielo que en mis locales favoritos cambiaran el garrafón por bebida normal apareció Sara, y un poco más tarde Joan y Guille. Entramos en el cine y estaba petado. Tanto, que nos tuvimos que tragar los cortos de pie. Por cierto, no íbamos porque sí, íbamos porque uno de los cortos, "Dácil", es de Adrián. Y ni decir tiene que era el mejor de todos, y no porque sea nuestro amigo, sino porque fue el que mejor recibimiento tuvo y el único que, sin ser estrictamente una comedia, arrancó risas por su inteligencia. Un corto muy bien rodado, con unas actuaciones magníficas (ojo a la protagonista, Circe Rodríguez, una actriz como la copa de un pino) y que se salía del aburrimiento oficial de esa escuela en al que te enseñan a ser un director más de cine español estándar. A la salida nos quedamos un rato en el cocktail tomando cava y canapés por la cara. En una de las salidas a fumar nos encontramos a Selene, que se iba a un spa a relajarse. Nos contó que esa noche se iba al concierto de Sidonie, que había cambiado de emplazamineto tras el cierre repentino de La Riviera (y el But, Moma y Macumba, otra vez el tema Balcón de Rosales). Al parecer, con el cambio de recinto, la organización tuvo que desinvitar a bastante gente, ya que el aforo es inferior. Tras las felicitaciones, las charletas culturetas y el show de Nicole me cogí un bus a Majadahonda. Comí y me eché la siesta con un capítulo de El Internado.



Por la tarde bajé a Madrid con la intención de comprar una entrada para el concierto de Christina Rosenvinge en el Neu!, pero cuando iba con Henar de camino nos llamó Nabo para decirnos que de entradas NANAI DE LA CHINA. Al parecer el sitio estaba abarrotado y ella hizo un conciertazo alucinante. Henar llegó hasta la puerta de la sala porque tenía una ligera posibilidad de conseguir una entrada, yo me volví a casa de Alber, donde estaban Adrián, Guille, Joan y Alber (obvio). Al rato llegaron Pablo y Henar, que de entradas, otra vez, NANAI DE LA CHINA. Henar vio a Nacho Vegas por la calle de camino al concierto y nos dijo que estaba gordo y con la cara como la superficie de una RUFFLES. Puagh.



En casa de Alber cenamos de picoteo y vimos La Noria, donde batieron su record de entrevistas seguidas: Falete (que no paró de decir frases de folclórica), Jose Luis Moreno (que fue a contar su reunión con Rubalcaba, episodio para olvidar de la democracia de este país... ¿por qué le reciben? No es la única persona a la que han atacado), Efrén (el roto de hombres y mujeres y viceversa) y Luis Roldán. A Roldán le llevaron para humillarle. Jordi le presentó como un delicuente (sic) y cuando entró en plató no hubo ni un mísero aplauso de cortesía. Solo aplaudieron cuando fue atacado el señor este. Nos empezamos a dar cuenta de que La Noria nos estaba atrapando, así que bajamos y nos cogimos un taxi al Elástico, que pinchaban Diana Aller y Araceli Segura y estábamos intrigados. En el Elástico nos dio un poco de bajón, porque no es que fuéramos de los más mayores, es que casi todo el público tenía 18 años como mucho. Pusieron algunas canciones de antes de que nacieran. Llegamos a la conclusión de que ahora, con internet, las nuevas generaciones llegan del pueblo con la lección aprendida. Antes, llegaban a Madrid, tanteaban un poco el terreno y luego se desataban. Ahora, se despiden de sus padres y empiezan a travestirse en el ALSA. No estuvimos demasiado rato en la sesión, pero el principio fue muy prometedor, poniendo música muy fiestera. Diana Aller está más gastada en persona que en foto (o que en blog), y mirándola nos dimos cuenta de que fumaba sin tragarse el humo. De todas formas, las dos me parecieron guapísimas y además lo de que la música estuviera bien auyudaba bastante.


Nos salimos del Elástico para pasarnos por la fiesta de la ECAM en La Lola. Fuera nos esperaba Clara, y en la cola del Elástico nos encontramos a Jose y Jesús, que desistieron y se fueron. En La Lola nos intentaron soplar 9 euros por un Brugal y pasamos de todo. La música era rock y de los 90: Nirvana, Green Day, System of a Down... Alber, Clara y yo comenzamos una conversación sobre la industria musical muy apasionante y nos salimos para no tener que gritarnos. Estuvimos comentando lo cutre que es la indutria musical (bueno, no, las discográficas) al no querer adaptarse a los nuevos tiempos. Ahora los grupos pueden hacer giras y vivir de la música (trabajando mucho, claro) gracias a internet y a que mucha gente se descarga discos va a los conciertos. No sé, una conversación muy de ahora, del momento que vivimos. Cuando seamos más mayores todo habrá cambiado y lo recordaremos como un momento cutre y entrañable. Luego el tema derivó de alguna manera hacia el funcionariado público y cuando la sangre estaba a puntito de hervirnos decidimos poner pies en polvorosa. Nuestro plan inicial era que Adrián se pasase por la fiesta de la ECAM y volver al Elástico, pero nos dieron las mil y nos fuimos a casa. Por la Gran Vía, Alber y yo nos cruzamos con miles de personas vestidas de blanco que venían de la WHITE SENSATION PARTY, una fiesta en la que el requisito para entrar es ir de blanco. Nos imaginamos como sería estar en una macrodiscoteca rodeados de gente de blanco y nos dio mal rollo.

Y fin.

2 comentarios:

Gelsomina dijo...

"¿Sabéis lo que dicen de que cuando estás enamorado tienes una venda en la cara? Pues yo tenía una toalla de Portugal, de esas de rizo bien gordo"
Falete dixit.

TIPEJA dijo...

joder que mal rollo me ha dado lo de el tacto de ruffles de la cara de nacho Vegas, casi tanto como imaginarme en una macrodiscoteca rodeada de gente vestida de blanco de arriba a abajo...que ibiza todo y que grima me da!

Por cier, qué tal todo? el sábado estuvimos todo el día con henar haciendo turismo comiendo mucho y disfrutando de unas buenas pintas de fosters...mmmm!!!

Un besico enorme!!!