Ayer volvíamos de Madrid en coche y había un control policial. A mí la policía y las fuerzas del orden en general de dan muy mal rollo y me pongo tenso. Pienso que en cualquier momento a cualquier persona se le puede cruzar un cable, y esta gente lleva armas. Además el abuso de poder es un caramelito al que muchos no quieren renunciar. Cuando veo policías, guardias civiles o alguien del ejército por la calle me entra un sentimiento de culpabilidad raro, como si hubiera hecho algo. No sé, es irracional y no peudo controlarlo. Ayer cuando nos acercábamos los de atrás no llevábamos el cinturón puesto y yo me volví loco y me lo puse de mala manera mientras el poli con cara de pocos amigos nos enchufaba con una linterna cegadora. Pensó que estaba escondiendo algo (mi cara debía ser un poema, soy fácil de intimidar) y me pregunto si estaba abrochándome el cinturón. Le respondí que sí con voz temblorosa y le debí parecer tan pringado y acojonado que nos dejó ir (tenían un par de coches parados y los estaban registrando). Qué mal lo pasé, estuve con taquicardia como diez minutos.
El jueves salí del máster y me tomé una cañeja con los compañeros en plan toma de contacto. Fuimos a un sitio que se llama PATATUS y que de tapa te ponen, obvio po, patatas. Después quedé con Santi, que estaba en Casa Camacho con la nueva panda. Bajaron los Pablos, nos tomamos un algo y anduvimos hasta el Top of the pops. Este bar está demasiado a desmano para el rollo que lleva. Bailamos Fascination de Alphabeat, nos pedimos un tercio y a casita pronto. No había cenado, y cuando llegué tenía unos pork pies en la mesa, que mi sister los había traído esa misma tarde de Londres. Yeah!
Al día siguiente Guille nos había convocado a su pedazo terraza a tomar mojitos y escuchar vinilos y picotear. Al final nos reunimos ciento y la madre. Hablando de esto y lo otro de gurpo en grupo, vino todoelmundo, gente que hacía mucho que no veía (Sara, Nicole, Ana...). De ahí fuimos al Stardust, que tiene unos precios más que populares: entrada 10 euros, pero con dos copas. Ahí no más. La verdad es que dentro tampoco se estaba muy allá, Adrián y yo nos cansamos pronto (bueno, medio pronto) y se nos ocurrió que la mejor forma de acabar la noche era viendo escenas de cine con toque camp. Por la Gran Vía íbamos impacientes al grito de ¡CAMP! Al final Adrián seleccionó secuencias de La novia vestía de negro de Truffaut (una en la que Jeanne Moureau mira al equipo técnico de la película antes de matar a uno. Esta peli no es que haya inspirado Kill Bill, es que sin ella Tarantino no habría hecho su díptico), de Lady Oscar, de una que no me acuerdo el título en la que Lawrence Olivier es un representante de artistas de segunda con los acreedores encima todo el rato, otra de Carrie... En fin, muchas risas.
El sábado me desperté en casa de Adrián, que estaba preparando una tortilla de patatas. Me bebí un vaso de agua y me fui a Majadahonda, que tenía comida familiar con mis tíos y mis hermanos. Cocido madrileño. Mi estómago lo soportó regular y me eché una siesta reparadora. Cuando me desperté no había nadie en mi casa, no me pude despedir de nadie. Nos cogimos el coche hasta casa del hermano de Santi y nos vimos un par de capítulos de American Dad en su proyector y La Biblioteca, ese programa en el que unos jóvenes se hacen putadas en una biblioteca y no pueden hacer ruido, proque una bibliotecaria con cara de pocos amigos les manda callar. Muy asqueroso, a uno le metían en los pantalones un huevo frito con salchichas, a otro le reventaban barras de pan en la cabeza... muy cerdo. De ahí fuimos a Noches de Bohemia, un sitio chulo en la calle Limón donde teníamos reunión majariega para celebrar el cumple de Gloria. Cómo molan estas reunioncillas. No nos vemos mucho, y menos en invierno, pero son los amigos de toda la vida y siempre apetece. Una china vendedora ambulante entró en el local a vender, pero no vendía mecheros, ni rosas, ni abalorios con luces. Vendía ¡CALCETINES! Qué cosas. Cenamos bien, a base de pintxos tipo tortilla, tosta de salmorejo, queso de cabra con tomates secos, etc. Luego tarta y sobremesa con copas hasta las tantas. Nos volvimos a Majadahonda bastante cansados (en este trayecto ocurrió lo de la policía del primer párrafo), nos metimos en el Rey Louie y nos fuimos a casa. El bar este es un agobio y las jam sessions son un poco pesadas, la selección es muy 40 TV.
Hace un par de entradas puse que el disco de Christina Rosenvinge había salido ya. Pues resulta que no, que sale el día 4 de noviembre, y el título lo puse mal, no se llamará EL labio superior, sino TU labio superior. Así de correcionista estoy. Fe de erratas.
Esta semana Barcelonn y CSS, ganejas máximas de todo eso. Por fin podré ver a las brasileñas en una sala desde un sitio decente, que en festivales no estoy como para irme a las primeras filas y el sonido suele ser regulero. En el Razz solo he visto a Of Montreal, y no sonaron muy allá. De todas formas, a mí Of Montreal no van mucho, así que me dio igual.
Esta semana, antes de irme, colgaré el recopilatorio de noviembre, que lo tengo a medio hacer, me tengo que dar brillo. Este mes me está quedando un poco revival, muy poco novedoso.
1 comentario:
soy miguel:
el concierto de css no será en la sal de of montreal, sera en otra un poco mas pequeña pero con mejor acustica.. la grande es la 1 y la de cansei es en la 2. que rabia que creo que trabajo hasta las 9. hoy lo comprobare, que ya tendré todo el horario de la semana. a ver si suena la flauta y me ponen en el camión y me toca currar de mñn...
GANAS!!
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