Empiezan a desaparecer nuestros ídolos de la adolescencia... Sergio Algora, cantante de El Niño Gusano y de La Costa Brava, murió la pasada noche. Cuando me he enterado me he sentido muy raro, porque sobre todo los discos de su primer grupo significaron muchísimo para mí, y siempre han estado entre mis escuchas de cabecera del indie español. Me acuerdo de la primera (y casi última vez) que los vi en directo: un conciertillo en el auditorio de la FNAC de Callao que acabó con una versión má surrealista (si cabe) de La Mujer Portuguesa. Años más tarde pude comprobar lo mucho que me gustaban cuando se reunieron en el Contempopránea para tocar un par de temas aprovechando que eran objeto de homenaje. Uno de esos grupos que empiezas a escuchar desde el principio y que nunca se van. En fin, que no me voy a poner melodramático ni nada, porque no lo conocía, pero sí conocía su música y me apena que a partir de ahora se convierta en un legado.
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