domingo, junio 22, 2008

El mejor momento de la semana siempre cae en domingo

La semana estaba siendo bastante aburrida: trabajo, casa, dormir, trabajo... El miércoles podía haber supuesto un punto de inflexión, pues había quedado con Pablo para ir a ver la exposición de la Fundación Canal de esas esculturas sobre los white trash. Al final quedamos y nos sentamos en un parque a charlar, porque la exposición los miércoles cierra a las 3. En fin, que estuvo bien desahogarme sobre mis penurias laborales y que me diera un poco el aire. Luego hice una entrevista de trabajo y paseé un poco por Gran Vía. Ese mismo día hice las compras de la entrada pasada.



Al final, el fin de semana salva mi semana. El viernes quedamos para callejear. Estuvimos en el Nike y nos llevamos los kalimotxos a la Plaza del Rey. Estábamos Jaime, Alber, Adrián y yo. Después se nos unió Henar y sau minipetaca de la clase SUPRA de ALSA, que nos realmente conquistó. No parábamos de hablar de EL GUINCHO y de las ganas que teníamos del concierto del sábado. Andando, andando llegamos hasta la plaza dónde está el Palentino, que no sé cómo se llama, sé que está en la calle Pez. Bueno, todo el mundo conoce el Palentino. Justo antes habíamos pasado por el Nike para repostar y recoger a Guille y a Ana, y tuve unas palabras más altas que otras con el puerta, un señor que no atiende a razones. No sé cómo hay gente que se queda dentro tomando chismes, con el calor que hace en ese local. Si es una discoteca lo entiendo, que al fin y al cabo no puedes ir a otro sitio, pero sufrir esas temperaturas al principio de la noche tiene que ser perjudicial. Al pasar por Augusto Figueroa nos acordamos del divertido párrafo que escribió Popy Blasco sobre un encontronazo de las Dover con la Veneno. Duelo de Titanas. Bueno, pues en la plaza ésa de la calle Pez nos dividimos: unos al Fotomatón, otros al Stardust. Yo al Stardust. No habíamos estaod nunca y nos gustó, pero tampoco preparamos una pirotecnia. Tuvimos un primer momento de confusión. Nos equivocamos de sala y fuimos a la grande. La música era como house antiguo y malo, y no parábamos de preguntarnos qué veía la gente en un local así. Fue entonces cuando Guille apareció diciéndonos que qué hacíamos ahí, que el Stardust era arriba... Qué pringados. Allí tuve un flashback IRC, porque estaba Diana a.k.a. LaCubo, que fue una especie de estrella de internet cuando internet era divertido. Se ha venido a Madrid a intentar buscarse la vida. Fue curioso encontrarla. Al final me quemé un poco del Stardust y decidí irme a casa. Iba por Gran Vía tan tranquilo escuchando el disco de El Guincho y me reencontré con Henar, Nabo y Clara que se iban a una fiesta en un ático propiedad del mismísimo MARCO ALDANY, así que como no estaba excesivamente cansado, me uní al plan. Maldito edificio, el ascensor no funcionaba y nos subimos las 9 plantas a pie, como unos jabatos. Allí tuve el segundo encuentro de la noche: estaba por ahí Silvia. Resulta que la fiesta era de unos de Valladolid, y al final Valladolid es un pañuelo, y si conoces a dos o tres personas de Valladolid es muy probable que esas dos o tres personas estén relacionadas entre sí por un par de grados de separación. Vamos, que ni Kevin Bacon. Nos tiramos unas fotos, escuchamos Prodigy, admiramos las vistas desde la terraza y me fui a casa. Los demás siguieron.



El sábado me despertó Marta a la una y media para recordarme que esa noche estábamos invitados a la barra libre de la boda de la hermana de Jaime. Estaba hecho un trapo, y cuando colgué a Marta, me llamó Isa para recordarme que habíamos quedado para ir al Open Cocido Colectivo, una reunión mensual muy didáctica. Este mes se celebraba en la Casa de Palencia, y había cuatro exposiciones (de hablar, no de ver cuadros o videoinstalaciones): una sobre un proyecto de reconstrucción de un barrio obrero de Beirut, otra sobre un proyecto de identidad urbana de la Región de Murcia, otra sobre los Munnys, los muñecajos esos lisos que puedes tunear a tu antojo, y finalmente la proyección de algunos cortos de Adrián y Bea (los que vimos el sábado pasado en el Lolita) Después hubo concurso de tortillas (españolas, de patatas) Isa ganó el primer premio a la tortilla más rica, y un chico que no conozco el premio a la mejor presentación. La forma de votación: el aplausómetro. De 5 tortillas candidatas, había dos (la 2 y la 3) que estaba claro que NO iban a ganar, porque ni siquiera nos comimos la mitad, y éramos muchos. Si a unas tortis les añades croquetas, empanada y gazpacho, la velada es perfecta. Me fui en coche con Helena, Bea, Marina (la guagua) y Adrián hasta Chueca. Adrián se iba a casa a hacer la maleta para su viaje a Valencia y yo había quedado con Henar en Tribunal para ir al Día de la Música de Heineken. Por el camino, Adrián y yo nos paramos en la panadería donde trabaja Rudi para hacernos con unas delicias para merendar: yo una cocacola y un hojaldre de pollo con setas que estaba bien rico. Rudi tiene un personaje creado que es muy chulo y con el que pretende hacer futuro. Yo le auguro EXITO. Llegué tarde a Tribunal porque nos quedamos de cháchara en la panaderia y como llegábamos tarde, Henar propuso coger un taxi. Nos plantamos en Príncipe Pío cuando Russian Red acababa de empezar su cocnierto. Bueno, nos encantó. Esta chica, si fuera canadiense, tocaría en todos los festivales del mundo este verano. Como es de Madrid, pues tocará en algunos en la "piel de toro" (qué ascazo de expresión) Aunque Luis dice que no se deberían hacer conciertos de música "lenta", nosotros no estábamos nada de acuerdo con esa afirmación y disfrutamos mucho del concierto. Eso sí, no sabemos si ya la había tocado cuando llegamos, pero desde luego mientras nosotros estuvimos allí no atacó la maravillosa versión de Girls just want to have fun de Cindy Lauper. Salimos a recoger a los que acababan de llegar y volvimos dentro, no sin antes urdir un plan para conseguir colar la croquetas cogeladas que traía Nabo de su madre que no le querían dejar pasar. Como si no tuviéramos otra cosa que hacer que comer croquetas crudas y congeladas en un concierto. A mí los Triángulo de Amor Bizarro (a.k.a. TAB) no me van demasiado, y además me parecen antipáticos. La chica antes de empezar se sobró con el público y la cantidad de rayban de colores que veía y luego soltó un par de tonterías más que no venían a cuento y que ni molestaron ni agradaron. Joaquín Pascual de Mercromina salió a tocar unas canciones. Como después tocaban los Sunday Drivers y hacía un calor fuera de lo común, huimos al centro comercial de PPío a que nos diera el aire acondicionado y acabamos en el McDonald's comiéndonos un menú. Nos reímos bastante charlando de chorradas. Teníamos a un ruso al lado que estaba viendo el partido de cuartos de la Eurocopa de Rusia vs Holanda y que estaba transtornadísimo. Tenía un montón de estampitas de santo ortodoxos que besaba y no paraba de santiguarse y de decir cosas en ruso. Esto lo hacía en el minuto 8 de partido. No nos queríamos imaginar cómo iba a estar en el 88. Henar dijo que tenía "cejas de Lassie".

EL Guincho merece párrafo aparte: dios, ¡qué conciertazo! Yo llevaba todo el día de bajonazo por la noche anterior y porque no había parada de aquí para allá y para más inri tenía la boda por la noche. Estaba hecho una braga, vaya. El Guincho nos reactivó con sus timples, sus visuales y su marcha. Fue algo catártico, como de rave antigua. Muy divertido, de verdad, este chico se merece todo lo que le está pasando. El su blog leí que tenía muchos problemas en las pruebas de sonido porque le ponían la voz a un volumen normal (vamos, para que se oiga) y estaba harto de explicar que no, que él quiere la voz en segundo plano, como en el disco. Esta vez los de Heineken pasaron de su culo y la voz sonaba como en un concierto de Celine Dion: como la auténtica protagonista. Aun así fue LA HOSTIA. He encontrado en youtube un teaser de los visuales que le han hecho Comte D'Urgell:



Terminé el concierto como Carmina Ordoñez en el Rocío: con los pies llenos de barro, mierda, y alcohol (que me tiraron los allí presentes, ya que no podía probar ni gota ni gota... bueno, unas gotas sólo) Ir a conciertos con chanclas es un error, pero cuando me duché y me vestí por la mañana no tenía capacidad de raciocinio. Salí pitando a la estación de tren y de camino me encontré a Bea, que acababa de llegar de los USA. Nos prometimos vernos en el concierto de Charades del sábado que viene. En el tren había un loco que acojonó a todo el vagón, yo incluido, claro. Llevaba un carrito de Carrefour lleno de cosas que tiraba por la puerta cada vez que llegábamos a una estación. En Majadahonda ya no le quedaban objetos arrojadizos y se lio a arrancar los anuncios que hay dentro del vagón. Además fumaba dentro del tren y no paraba de abrir la puerta que separa un vagón de otro. En fin, que una incomodidad de trayecto. Menos mal que era corto. Llegué a casa y me duche/desinfecté y me puse unas galas no demasiado rimbombantes para ir a la boda. Fui a buscar a Marta y a Marina al bar donde estaban y nos cogimos un taxi hasta Torrelodones. La boda era en medio de la nada, en un complejo muy fino y muy escondido que los GPS no conocen. El taxista tuvo que parar el taxímetro porque se perdió. Llegamos a la boda y muy bien. Gracias al concierto me había reactivado y estaba ready to party. Como nadie nos conocía en la boda, nos convertimos en una especie de outsiders, pero nos lo pasamos de pamelas y nos hicimos unas fotos GUAYS. Bailamos Chayane, el chikichiki, Europe, Siempre Así, el Canto del Loco, Miguel Bosé, Bon Jovi, Shakira... Vamos, todas las canciones de boda. No nos mimetizamos mucho con los invitados, aunque al final sí que hubo una especie de comunión etilíca debida a que sólo nos quedamos los jóvenes al último autobús. En el autobús hubo una especie de euforia colectiva en plan "¿dónde vamos ahora?", "que se besen, que se besen", "viva nuestro conductor, conductor, conductor" y demás mierdas, pero cuando llegamos a la iglesia Santa María de Majadahonda los ánimos estaban más apagados que la líbido de una anoréxica y cada mochuelo a su olivo.



Y nada, hoy domingo me lo reservo: no he hecho NADA y así va a continuar el día. No pienso ver el partido de España vs Italia. Me he tragado LOS CRIMENES DE OXFORD de Alex de la Iglesia y me ha parecido mal, y Leonor Watling... NO COMMENT. Después he visto los primeros capítulos de MAD MEN y de GOSSIP GIRL. La primera muy bien, ambientada en lso 60 con secretarias que quieren cazar a un ejecutivo y ser amas de casa y ejecutivos puteros y machistas que fuman en todos lados. Incluso aparece una consulta de un ginecólog que fuma mientras le da unas recetas a la paciente. La segunda bastante lila, jóvenes millonarios y caprochosos de NYC cuyas vidas son contadas puntualmente por una misteriosa blogera que da título a la serie. En fin, como no tengo demasiadas series en la recámara me engancharé a las dos. Y pronto, WEEDS, que sí que tengo unas ganas...

Este jueves se me acaba el contrato y volveré a ser un parado: ¿cuánto tardaré en encontrar trabajo? ¿acabaré volviéndome loco? ¿algún día alcanzaré la cifra soñada de 1000 €/mes? ¿me iré de vacaciones este verano?

3 comentarios:

Publicado por Henar Ortega dijo...

gran crçonica! grande JINCHO! me encanta la foto de la terráss de marco aldany, me tienes que pasar todas las que hiciste!

MUAK

esta semana tienes que venirte a mi kelo a comer. Falem

A.L. dijo...

por favor MAS DATOS DE LA CASA DE MARCO ALDANY. Yo pensaba que Marco Aldany no existía y que era un nombre inventado como Emidio Tucci. Yo a Gossip girl le di 3 capitulos y pasé a otra cosa, y mira que tiene todos los ingredientes para, si no fliparme, al menos engancharme un poco.

A.L. dijo...

pues bien fácil. las letras, con el photoshop. La tipografía la saqué copiando el código de estrangis de una neo2 -creo que de hace un par de meses-. En todos los números viene una tipografía gratis bastante molongui por lo general.