Ah, el último día del año, esa división extraña y ancestral del tiempo. No voy a inventarme propósitos de año nuevo, porque luego nadie cumple nada y es una mierda. Así que en 2009 a verlas venir, en plan sorpresa, sin planear ni nada.
En Nochebuena nos reunimos en casa y nos pusimos las botas, como todos los días desde entonces. Estamos bastantes en casa y tan a gusto. Había un plan hecho para salir a tomar una copa después de la cena por Majadahonda, pero al final todomundo se rajó y me quedé en casa. A las 3 ya estaba sobando como un bendito. Me cayeron regalos estupendos: un MacBook Pro que quita el hipo, una bufanda, una cartera, un zurrón, un libro de cultura Geek, El Principito en inglés, una agenda, una taza, un Stylophone, unas pantuflas y las edición especial de Spaced, con las dos temporadas y un disco de extras. No sé si he hablado aquí alguna vez de esta serie inglesa, pero diré que me encanta. Al día siguiente, como cada Navidad, tocaba NO HACER NADA más que esperar a que se acabe el día. Aunque por la tarde fui con Marta y Santi a ver la nueva de Clint Eastwood, "El Intercambio". A este señor le ha dado por coger guiones de telefilm y recubrirlos de una forma perfecta y clásica, para deleite de todos los públicos. Angelina Jolie es un espantajo y no actúa todo lo bien que un personaje así puede permitir. Ocasión desaprovechada, el Oscar por "Inocencia interrumpida" va a ser el único que cate esta mujer en su vida.
Al día siguiente Miguel hacía escala en Madrid antes de irse a Barcelona hasta dios sabe cuándo, así que organizamos una reunión en casa de Henar para verle. La cosa empezó tranquila, cenando unos picoteos y tal, pero acabó con todos bailando en el cuarto de Henar como si fuera una discoteca y el mundo se fuera a terminar en breve. Después Fotomatón y a casa. Me dejé el abono en el bus, tengo que ir a por él. El sábado no podía moverme, y además estaba medio enfermo. Llevo un par de semanas que todo el rato pienso que me voy a poner enfermo, pero luego nada. Es horrible, o estás enfermo, o estás sano, pero estas medias tintas son un coñazo. Vi La Noria al calor del hogar.
El domingo, como el sábado, tuve visitas familiares, que está toda la familia pasando por turnos para conocer a mi sobrina. Solo salí de casa para ir a casa de Adrián a ver cómo iban los vídeos y a ver si podía ayudar en algo. Mis nulos conocimientos de edición de vídeo impidieron la ayuda y me fui por donde había venido.
Me flipa la Navidad, ver a la familia y tal, pero la verdad es que los días son tediosos y no hay nada que hacer... hasta estoy revisitando capítulos de Friends, no digo más. También me he tragado "El castigo", esa miniserie de Daniel Calparsoro que ha sido todo un éxito en Antena 3. No es muy allá, y el casting parece de Ray Loriga, es muy grunge. Pero bueno, para pasar un rato entretenido en la soledad de mi ciudad dormitorio vale.
El lunes Alber nos invitó a degustar productos bercianos que había traido de Ponferrada. Cenamos como reyes chorizos y empanada, con ensalada de berros para desengrasar. De postre, helado de Macadamian Nut, que nosotros hemos rebautizado como Barquisimeto Nut, en homenaje a Chico y Chica, que pasan de todo últimamente y parece que se separan (esto me lo invento yo, eh... voy a mirar su página, si no han colgado 2009 va buenísimo, probablemente signifique que se han separado) Subimos los vídeos para el concurso LEA (ver entrada anterior) in extremis, que el plazo se acababa a las 12 de la noche. Brindamos con cava de La Rioja (???) y nos pusimos Cry Baby, que había visto hacía mil años y de la que no me acordaba de casi nada. Me flipó, nos reímos muchísimo. John Waters dio un patinazo con los Sexoadictos, pero esperemos que no haya perdido su rollo, que es muy chulo y no cansa.
Y el martes... Ay, el martes... íbamos a ir a una figuración en la Puerta del Sol para no sé qué de las campanadas, que al parecer graban imágenes de gente de fiesta y luego las ponen como si fueran en directo el día 31. Cuando llegamos allí estaba todo fatal organizado, nos fuimos a por un café al McDonald's y cuando volvimos habíamos perdido a la coordinadora, así que pasamos de los 30 euros y del ambientillo raro que hay en las figuraciones y nos fuimos, como dice Alber, de escaparates, que no de tiendas. Nos recorrimos unas cuantas tiendas (Subaquatica, Japanese Closet, Holala!, Phanta Rei, Tabula Rasa...), nos pusimos los dientes largos por no poder comprar nada (quizá con los 30 euros que nunca cobramos por no hacer la figuración...) y cada uno a su casa.
Y esta noche qué ganas... Fin de año es un día guay, aunque salir se haya convertido en algo que a nadie le apetece hacer, pero todo el mundo hace. Nosotros nos montaremos una fiesta pequeña y buena onda, con listas en los ipods y Bomba Saphire con tónica y rodajas de pepino, que es lo más fino.
Así que nada, feliz entrada y salida de año, y que todo vaya FENOMENAL.
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