Bueno, el caso es que el sábado me levanté pronto para haber estado en una boda el día anterior y bastante dignamente. Terminé la maleta y me fui para el aeropuerto. Antes me encantaban los aeropuertos, disfrutaba dando vueltas por ahí, pero últimamente no tengo paciencia y me aburro como una ostra. Por lo menos en Barajas tienen esas cárceles para fumadores. Me hice un "Altos vuelos" y me probé un par de perfumes, incluida la del cuerpecillo de Gaultier, para cerrar el homenaje a Chico y Chica. El avión, como no, se retrasó. Pero bueno, volar con British Airways siempre es un placer, el personal es majísimo, te dan de comer y los asientos son cómodos. Vamos, como volar en 1997. Me tocó detrás de 3 postadolescentes españoles locos que no paraban de hablar altísimo sobre fútbol, de moverse como epilépticos en sus asientos y de hacer improvisaciones de rap (no sin antes anunciárselas a todo el pasaje) La señora inglesa que tenía al lado estaba un poco acojonada. El vuelo transcurrió con normalidad. Cuando aterrizamos, mientras la gente esperaba para salir del avión, tuve que sacar la moleskine para apuntar una frase de los postadolescentes locos: "Solo tengo mis cojones y mi palabra", dicho como con deje hip hop. Ay dios...
Una vez en Londres, me encontré con que el metro estaba en obras. Después de dar unas vueltas, un señor me informó de que el metro funcionaba normalmente, así que me metí para descubrir que el señor me había engañado y que para llegar a Liverpool Street había que dar una vueltas rarísimas, incluyendo buses gratis para cubrir las estaciones en obras. Al final llegué tarde, pero Sele y los demás también, así que ninguno tuvo que esperar. Sele me presentó a Pedro y a Raul, que organizaron el concierto de Joe Crepúsculo allí en Londres. Unos chicos majísimos, que nos acogieron y nos trataron de perlas. Fuimos a dejar los equipajes y de ahí a tomarnos una lata de cerveza por la calle. Después, a un pub de la zona, creo que se llama The Old Last Blue, pero lo digo de memoria y de eso voy escaso. Nos agobiamos un poco y nos salimos a fumar. Justo llegaron Aida y Manuel. En el pub, casualmente, había un grupo de gente de Madrid que nos sonaban del Nasti. Mientras los demás se iban a esperar a Joel y a Sergio, que llegaban tarde, Sele, Aída, Manuel y yo nos fuimos al Catch a bailar temazos de hace 3 años (CSS, Klaxons) y a flipar con los precios de Londres, que parecen de Bratislava. Entre que aquí todo es cada vez más caro y que la libra está por los suelo, por 7 euros te puedes tomar medio litro de cerveza y una copa. Un poco raro no poder fumar mientras bailas, pero a todo se acostumbra uno. Al salir del Catch nos quedamos al lado bebiendo una cerve y presenciamos la típica pelea de ingleses híper borrachos dándose hostiejas a go-go. Nos quedamos un poco impresionados, pero al ver que la marquesina estaba hecha trizas, pensamos que eso debía ser lo habitual para una noche inglesa y nos fuimos, ya con todo el mundo, a un parque a bebernos la última. Estuvimos charlando de Cotilleo Indie, que ha llegado hasta Londres. A unos no les gustaba nada y otros estábamos totalmente a favor. Aprovecho ahora para aclarar que yo NO TENGO NADA QUE VER CON EL BLOG, que alguien me pidió que lo volviera a abrir, como si estuviera en mi mano. Por mí, que ese blog no hubiera desparecido, ¡soy (era) fans! Destruidos por los viajes y la noche, nos cogimos un taxi a Peckham y al sobre.
El domingo nos levantamos prontito y desayunamos galletas inglesas. Estuvimos charlando y nos fuimos a Brick Lane, que tenían que repartir flyers para el concierto de por la noche. Yo aproveché y quedé con mis hermanas, que estaban las tres en Londres, para comer en le mercadillo y achuchar a mi sobri y masacrarla a fotos. Dimos un paseíllo hasta Old Street y nos sentamos en una terraza a tomar un café. Justo en ese momento pasó Josie Supermodelo por ahí. Todomundo en la capital. Nos fuimos a casa de mi hermana, aunque solo estuve 20 minutillos porque a las 19 empezaba el sarao y no quería perderme nada. De camino me compré el especial de Michael Jackson del NME, con una portada chulísima.
Cuando llegué, estaban las McKenzies fuera del garito, así que nos tomamos otra cerve (que se pueda beber por la calle engancha) La gente tardó en llegar, pero al final The Legion se llenó. Estaba hasta Verónica Echegui, que al parecer está viviendo en Londres. La noche empezó con dos grupos de allí. The Siegfried Sasson sonaban a los Rentals haciendo versiones de Futureheads (siginifique lo que signifique esta tontería) Sonaban genial, me pillé el single. Luego, The Welcome Commitee me dieron un poco de bajón, sonaban bastante a Placebo, así que me salí a socializar con la horda de españoles que abarrotaban las mesas de fumadores. Muchas risas, una americana adicta al chorizo, corresponsales del telediario... un show. Entonces llegó el momento de Joe Crepúsculo. Con la sala abarrotada, tocó un montón de hits y la gente respondió muy bien. Hasta se marcó una versión muy electrónica de mi canción favorita de él, Gabriela. Acabó con una visita bakaladera de Para Elisa. Cuando terminó, las McKenzies y un servidor estuvieron poniendo musicón, auqnue la fiesta acabó prontito, a las 12 o así, que al día siguiente la gente trabajaba y Londres es una ciudad tempranera (la cosa había empezado a las 19) Salimos exhaustos del garito, y Aída empezó a clamar por un kebab, así que nos comimos uno. Luego caímos en que no habíamos cenado... Nos cogimos un taxi y a casa.
Al día siguiente volvimos a madrugar, nos duchamos rápido, terminamos las maletas y salimos en dirección rebajas. Pasamos por la mejor tienda del mundo para comprar discos, dvds y libros, Fopp, que tiene unos precios de escándalo durante todo el año. Me compré el Pinkerton de Weezer, el Everything is possible de Os Mutantes, el PopArt de Pet Shop Boys, la edición especial de A Weekend in the city de Bloc Party y el nuevo de los Yeah Yeah Yeahs. 5 discazos (uno de ellos doble y otro con DVD), por 24 libras. ¡ZAS! Continuamos hasta Oxford Street, pero no me pude quedar mucho porque quería comer con mi familia para despedirme. Eso sí, me dio tiempo a pillarme Dear Diary, un libro que ya me he empezado y que es divertidísimo. Me fui hasta Archway, comí macarrones con mi familia, me despedí de todos menos de mi sobri, y me fui para el aeropuerto, donde empezaría mi calvario particular. Llegué tarde, la del puesto de Iberia fue muy borde y tuve que esperar muchísimo para el control, que en Inglaterra son especialemente exhaustivos. El vuelo se retrasó tanto que me encontré a las McKenzies, que salían una hora más tarde que yo (sobre el papel) y acabaron despegando una hora antes. Fue el típico infierno de tenerte una hora encerrado en el avión, sin dar explicaciones ni nada. De hecho, me dormí y cuando me desperté pensé "ya estamos en casa"... ¡y todavía no habíamos salido! A pesar de las dos horas y media de retraso y de las horas que eran (las 10 de la noche), a Iberia no le pareció de recibo darnos algo de comer gratis, y pasé de gastarme 7 euros en un sandwich. Así que hasta la 1,30 que llegué a mi casa no cené. Para colmo, era tardísimo y si cogía el metro y el bus iba a aparecer en Majadahonda al día siguiente, así que me tuve que dejar un panojón en taxi. Me fui a dormir con un cabreo...
Pero bueno, me lo pasé genial en Londres, me di cuenta de que allí me muevo como pez en el agua y que, aunque no creo que pudiera pasar una temporada muy larga allí, sí que voy a ir durante toda mi vida, tenga familia o no, porque es una ciudad muy especial en la que siempre hay algo que hacer. Me quedé con las ganas de ver a mi prima y a Jorge, pero nuestras agendas fueron incompatibles. Aun así, cuando acabe las prácticas y me quede en el paro, en octubre, pienso volver, y esta vez por lo menos una semana, que las últimas veces han sido tan cortas que ni me he enterado.
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Now playing:
No Doubt - Rock Steadyvia
FoxyTunes
1 comentario:
la frase para la Moleskine es de Tony Montana en Scarface, aunque los postadolescentes probablemente la conozcan por un rap reciente de Supernafamacho xD
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