miércoles, julio 29, 2009

Fruck you!

Uff, actualizar se está convirtiendo en algo con carácter mensual, así que voy a pasar de las últimas semanas.



Este fin de semana nos fuimos en masa a Barcelona, que ya se sabe, no podemos hacer nada solos, y menos si es ir a Barcelona. Los viajes a Barcelona hay que hacerlos todos juntos, que si no, nos perdemos. Henar y Santi fueron antes, el viernes salimos en coche Jose, los Pablos y yo. Salimos después de comer, así que el viernes por la noche no hicimos nada más que abrazarnos a Miguel y Marina y tomarnos algo en su terraza charlando amenamente. Lo que nos tomamos estaba bien rico: daikiris de frutas exprimidas por nosotros mismos. Nos actualizamos un poco con los Patch-Elliot y con Serge a la brisa de Montgat.



El sábado nos levantamos prontito, a eso de las 10, y seguimos un ritual que se inventó alguno de estos que consiste en bañarse en el mar antes de desayunar. Qué bien nos sentó, a pesar de lo poco amigo de la playa que soy. Recién salidos del agua nos desayunamos unas tostadas y actualizamos nuestros facebooks, que por la mañana no hay nada que hacer más que ver el tiempo pasar. Yo me piré, que había quedado para comer con mi madre y mis tíos en Santa Coloma de Gramenet, concretamente en Casa Pepe, un restaurante gigantesco regentado por unos gallegos bien majos. Nos pusimos hasta las cartolas de jamón, pulpo, buñuelos de bacalao y demás delicatessen y pusimos rumbo a Barcelona. Cómo mola pasear por el Gòtic, con sus turistas y sus músicos callejeros tocando música clásica. Hicimos parada técnica en El Mesón del Café, un lugar que siempre visito con mi familia, nos tomamos un café (y yo un granizado de limón) y seguimos nuestra ruta. Charlé sobre mi futuro (incierto) con mi familia, vi un H&M en un edificio finísimo que nada que ver, con luces de neón incluidas, y nos paramos en una terraza a tomarnos una cerve. Se me echó el tiempo encima y volé hasta Montgat para cambiarme de ropa y salir hacia La Paradeta, la marisquería de la que todos hablaban y que yo no había catado porque no soy muy amigo del marisco. La cosa consiste en que, a la entrada, hay un puesto (una parada) de pescado y marisco tipo mercado de toda la vida en el que tú pides lo que quieres cenar, lo pagas y esperas en una mesa a que te lo cocinen. El vino turbio se encargó de regar las ostras, las navajas, las tallarinas, los pulpitos, las gambas y los chopitos. Miguel se puso enfermo en medio de la cena, llevaba unos días medio sí medio no y al final fue que sí, pero el tío aguantó como un jabato. Nos quedamos cortos al pedir, y cuadno volvimos al puesto, había una cola que salía del local (no exagero) y tuvimos que rogar a una de las empleadas que nos pusiera algo más de estrangis. Ante la amenaza de ser lapidados por ostras frescas, nos cargamos de botellas de vino turbio y limones y tan ricamente.



La siguiente parada fue Can Marc, un pedazo casa por Las Ramblas de la que disfruta Marc desde hace bien poco. En su mega terraza estilo Mujeres al borde de un ataque de nervios estuvimos charlando de Robyn Sherbatsky e intentando recordar a alguna actriz que haya ganado el óscar a la mejor protagonista que luego haya tenido una carrera más o menos digna. No encontramos a nadie. Me hizo mucha ilusión volver a ver a Marc, que entre pitos y flautas llevaba desde octubre sin verle. Le vi feliz y buena onda, muy bien. A eso de las 3 estábamos rotos y nos cogimos un taxi a la casita de la playa. Al llegar, nos entró un regomello maligno y nos comimos unas tostadas con tomate y salmón. ÑAM.

El domingo era día de bajón, yo estuve medio de mal humor, porque tocaba irse. Cada vez que pienso que este verano no tengo vacaciones me entran los siete males. Y tener que irse al día y medio de haber llegado no son vacaciones ni son nada. Retrasamos la comida todo lo que pudimos y nos deleitamos con el arroz que preparó Miguel, que es todo un maestro. A mí el arroz no me hace demasiada gracia, pero con los arroces de Miguel me parto la caja. Llegó el momento de despedirse y ala, a Madrid otra vez, a la rutina del trabajo y con la carga de que es verano y debería estar en otro sitio que no fuera Pozuelo de Alarcón.



Estoy enganchadísimo a Battlestar Galactica. Era escéptico al principio, porque me parecía un Star Trek serie Z, pero resulta que no, que está genial. Muy mística y entretenida, me encanta haberla descubierto cuando ya ha terminado, porque así me lo puedo ver todo de seguido sin tener que esperar a que graben otra temporada y demás inconvenietes de las series de ahora. Ya voy por la tercera, y me quedan la miniserie BSG Razor y la cuarta... y para el año que viene, Cáprica, la precuela.

Me he cambiado de compañías de internet y móvil. Bye bye, Orange, ahí te quedas, con tus teleoperadoras mala onda, tu servicio deficiente, tu TV sin canales temáticos, tus precios abusivos en el móvil y tus campañas dirigidas a jóvenes de prepago. Ahora estamos con Jazztel, que nos han tratado de perlas por el momento y la conexión no se va ni nada. Lo del móvil todavía no sé, mañana por fin tendré mi tarjeta de Simyo, y espero que todo bien.



Otra cosa: las rebajas de internet. En American Apparel tienen cosas a 6 euros, y en Asos de todo a precios de risa. Miguel nos descubrió la página y creo que se va a quedar para siempre, porque a preciso normales tampoco está nada mal, teniendo en cuenta que la libra está barata. Aun así, tengo que controlarme, que el "sueldo" de becario no da para todo. Bueno, no da para casi nada.

Comentaré también que aunque Dani y Jose lo pasaran fenomenal en el FIB, me alegro de no haber ido. Sé que volveré algún año, pero este año ha caído la de dios es cristo, han cancelado conciertos y la masificación era insufrible. Aunque las crónicas (en El País, en JNSP, en Soitu) eran divertidísimas, y hasta nos han dado un nuevo término del que estoy enamorado: DOGFLUTE. Salta pal lao.



Este viernes, otra escapadita de fin de semana, esta vez a Herrera de Pisuerga, que son las fiestas del Cangrejo y no nos queremos perder la elección de MIss Cangrejo y Miss Turismo, eventos de los que hemos oído hablar pero de los que no nos creeremos nada hasta que los veamos con nuestros ojitos.

Y para acabar, dos vídeos rodados con un presupuesto parecido, con la diferencia de que uno es ALUCINANTE y otro ESPELUZNANTE.


ESPELUZNANTE:




ALUCINANTE:

2 comentarios:

L. Elliot dijo...

Sabía que el momento Scherbatsky y las actrices madiltas con el oscar aparecería en el blog.
¡¡¡Ha sido muy breve la visita!!!

miguel dijo...

en cuanto termines con tus practica te quiero por aqui unos dias! dicho!