Llevo desde el lunes en mi pueblo, Ponferrada. Bueno, es el pueblo de mi madre, y es mucho más grande que el pueblo en el que vivo, Majadahonda. Ponferrada es ciudad desde hace 100 años, Alfonso XIII lo certificó. Para conmemorar este centenario, han puesto un 100 en lo alto de una montaña al más puro estilo hollywood. Desde el lunes lo que he hecho, básicamente, es irme de limonadas. Antes lo llamaban matar judíos, y es básicamente ir de bar en bar bebiendo limonadas, una mezcla de vino, naranaja, canela, azúcar, higo y no sé qué más que a la tercera ya no sabes dónde estás. Cris decidió que teníamos que hacer una cata antes de que llegara el resto (entre el martes y el jueves) para saber qué bares evitar y cuáles eran un must este año. Hay 4 que hemos vetado: la competencia, el tribal, el chelsea y el jazz machine. La limonada es todo un arte, y si está mala es un asco.
El miércoles fuimos a la procesión del silencio, un macro rito por la ciudad en el que todo el mundo está en silencio y la música es como de Arcade Fire, con percusiones muy heavy metal.
Queríamos ir a un festival que hacen todos los años aquí que se llama Freakland y al parecer es de música surf, rock, etc. Al final no vamos, porque tenemos compromisos contractuales.
El finde pasado fue el cumple de Adrián. Fuimos a cenar al chino de San Bernardo y lo pasamos genial. Le regalamos un Home Cinema para combinar con su proyector que pensamos disfrutar con alguna peli mítica, tipo Showgirls o Working Girl. En el Elástico nos aburrimos un poco y estuvimos fuera. Me encontré a mi prima y me estuvo contando chorradas de las que no nos acordamos ni ella ni yo.
Ayer estuve en el MUSAC con Alber y Mati. Sólo he ido 3 veces y las 3 me ha gustado. Esta vez ha estado escialmente bien. Primero vimos un par de videoartes, uno muy chulo sobre los judíos de Polonia y el problema de la religión en ese país y otro muy pan-to-mi-ma de una tía poniendo caraas y jugando a la rayuela y luego con imágenes de bosques y retrovisores. Vamos, como una parodia del videoarte pero en serio. Luego entramos a la sala de Dave Muller, que pinta cantos de vinilos y de cassettes. La temática parece la eligen sus amigos, pues los cuadros tienen nombres como Anna's top ten. También pinta entradas de enciclopedias musicales o nombres de estilos de música. Lo siguiente que disfrutamos fue un par de salas con lámparas de plásstico tipo araña austrohúngara que se encendían y apagaban. Y la traca final: BLANCA LI. Yo había oído hablar de esta coreógrafa, sabía que era bastante conocida, pero no conocía datos interesantísimos como que ha dirigido una película musical hip hop ambientada en París o que hace videoartedanza o que es la coreógrafa de uno de los mejores vídeos de la historia: AROUND THE WORLD de los daft punk. En una de las salas estaba proyectado en gigante ese vídeo y ¡estaba la plataforma sobre la que bailan! De verdad, carcajadas con Blanca Li, te enseña a bailar con sus homenajes a Buñuel, sus rollos psicoanalíticos, sus programas de cocina (La Paella Ideale) y sus coreografías para BLUR y GAULTIER.
El MUSAC, por lo que me dijo Jorge, es un proyecto curioso. No tiene colección, así que la Junta de Castilla y León da un presupuesto al año para hacer exposiciones y comprar algunas obras y en un plazo de 12 años se espera que haya una colección importante de arte contemporáneo y hacer una retrospectiva. Otra forma de conseguir obras es a través de las becas que dan a artistas. El disco de Fangoria "Arquitectura Efímera" se aprovechó de esta iniciativa y varios artistas crearon videoartes con algunas canciones del disco. La aparición de Fangoria en este tinglado no es casual, pues el director del museo es Rafael Doctor, que por lo que tengo entendido es gran amigo del huracán mexicano. Creo que Rafael Doctor no va a terminar el proyecto MUSAC y lo dejará dentro de 4 años. Espero que esta decisión no sea contraproducente, porque me parece interesantísima la labor por el arte actual que está haciendo.
Además, la cafetería es barata.
viernes, marzo 21, 2008
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1 comentario:
Pues la primera y única vez que he estado no me pareció nada del otro mundo. Pero bueno, como son exposiciones temporales, dependerá del artista. Eso sí, nos lo pasamos fetén con granizo y todo!
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