No serán las mejores, pero son las que más me han gustado (y no habré visto muchísimas obras maestras producidas en los últimos 10 años)
1. Mulholland Drive de David Lynch (USA, 2001)
2. Palíndromos de Todd Solondz (USA, 2004)
3. The Life Aquatic de Wes Anderson (USA, 2004)
4. El jefe de todo esto de Lars von Trier (Dinamarca, 2006)
5. Hable con ella de Pedro Almodóvar (España, 2002)
6. Hierro 3 de Kim-Ki Duk (Corea del Sur, 2004)
7. Dogville de Lars von Trier (Dinamarca, 2003)
8. Hijos de los hombres de Alfonso Cuarón (UK, 2006)
9. Elefant de Gus van Sant (USA, 2003)
10. Antes que el diablo sepa que has muerto de Sidney Lumet (USA, 2007)
11. Saraband de Ingmar Bergman (Suecia, 2003)
12. Match Point de Woody Allen (UK, 2005)
13. Swimming Pool de François Ozon (Francia, 2003)
14. Los Tennebaums, una familia de genios de Wes Anderson (USA, 2001)
15. La soledad de Jaime Rosales (España, 2007)
16. Paranoid Park de Gus van Sant (USA, 2007)
17. Brokeback Mountain de Ang Lee (USA, 2006)
18. In the mood for love de Wong Kar-Wai (Taiwan, 2001)
19. Una historia de violencia de David Cornenberg (USA, 2005)
20. Lucía y el sexo de Julio Medem (España, 2001)
21. El cielo abierto de Miguel Albadalejo (España, 2001)
22. Brick de Rian Johnson (USA, 2005)
23. La vida de los otros de Florian Henckel-Donnersmarck (Alemania, 2006)
24. No es país para viejos de Joel & Ethan Cohen (USA, 2007)
25. Tú, yo y todos los demás de Miranda July (USA, 2005)
26. Las invasiones bárbaras de Denys Arcand (Canadá, 2003)
27. Capturing the Friedmans de Andrew Jarecki (USA, 2003)
28. Cosas que no se olvidan de Todd Solondz (USA, 2002)
29. Hedwig & The Angry Inch de John Cameron Mitchell (USA, 2001)
30. Nadie Sabe de Hirokazu Koreeda (Japón, 2004)
31. Aliento de Kim-Ki Duk (Corea del Sur, 2007)
32. Melinda y Melinda de Woody Allen (USA, 2004)
33. La pelota vasca, la piel contra la piedra de Julio Medem (España, 2003)
34. Juntos de Lukas Moodyson (Suecia, 2000)
35. Pozos de Ambición de Paul Thomas Anderson (USA, 2007)
36. El libro negro de Paul Verhoeven (Holanda, 2006)
37. La comunidad de Alex de la Iglesia (España, 2000)
38. Otros días vendrán de Eduard Cortés (España, 2005)
39. Más extraño que la ficción de Marc Foster (USA, 2006)
40. Piel misteriosa de Gregg Araki (USA, 2004)
41. Mi vida sin mí de Isabel Coixet (España, 2003)
42. Un hombre sin pasado de Aki Kaurismäki (Finlandia, 2002)
43. Sicko de Michael Moore (USA, 2007)
44. Death Proof de Quentin Tarantino (USA, 2007)
45. Psycho Beach Party de Robert Lee King (USA, 2000)
46. Lejos del cielo de Todd Haynes (USA, 2002)
47. Very important perros de Christopher Guest (USA, 2000)
48. Whisky de Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll (Uruguay, 2004)
49. Abajo el amor de Peyton Reed (USA, 2003)
50. Código desconocido de Michael Haneke (Francia, 2000)
51. Adaptation, el ladrón de orquídeas de Spike Jonze (USA, 2002)
52. Breaking and entering de Anthony Minghella (UK, 2006)
53. Mystic River de Clint Eastwood (USA, 2003)
54. Donnie Darko de Richard Kelly (USA, 2001)
55. Synecdoche, New York de Cahrlie Kaufman (USA, 2008)
56. Inteligencia artificial de Steven Spielberg (USA, 2001)
57. Femme Fatale de Brian de Palma (USA, 2002)
58. El laberinto del fauno de Guillermo del Toro (España, 2006)
59. Grizzly Man de Werner Herzog (USA, 2005)
60. Italiano para principiantes de Lone Scherfig (Dinamarca, 2000)
61. De latir, mi corazón se ha parado de Jacques Audiard (Francia, 2005)
62. Junebug de Phil Morrison (USA, 2005)
63. Ghost World de Terry Zwigoff (USA, 2001)
64. Cachorro de Miguel Albadalejo (España, 2004)
65. Juegos secretos de Todd Field (USA, 2006)
66. La mala educación de Pedro Almodóvar (España, 2004)
67. Para todos los gustos de Agnès Jaoui (Francia, 2000)
68. La pianista de Michael Haneke (Francia, 2001)
69. Lost in translation de Sofia Coppola (USA, 2003)
70. Los mundos de Coraline (USA, 2009)
71. La ciénaga de Lucrecia Martel (Argentina, 2001)
72. El luchador de Darren Aronosfky (USA, 2008)
73. Kill Bill (1 & 2) de Quentin Tarantino (USA, 2004)
74. Ficció de Cesc Gay (España, 2006)
75. La revolución no será televisada de Kim Bartley y Donnacha O'Briain (Irlanda, 2003)
76. Planet Terror de Robert rodríguez (USA, 2007)
77. Expiación de Joe Wright (UK, 2007)
78. 4 meses, 3 semanas, 2 días de Cristian Mungiu (Rumanía, 2007)
79. Thumbsucker de MIke Mills (USA, 2005)
80. El arte de estrangular de Terry Zwigoff (USA, 2006)
EA!
********** Aunque me voy de fin de semana, dejo programado para el sábado el recopilatorio del mes, que viene de lo más interesante.
viernes, julio 31, 2009
miércoles, julio 29, 2009
Fruck you!
Uff, actualizar se está convirtiendo en algo con carácter mensual, así que voy a pasar de las últimas semanas.
Este fin de semana nos fuimos en masa a Barcelona, que ya se sabe, no podemos hacer nada solos, y menos si es ir a Barcelona. Los viajes a Barcelona hay que hacerlos todos juntos, que si no, nos perdemos. Henar y Santi fueron antes, el viernes salimos en coche Jose, los Pablos y yo. Salimos después de comer, así que el viernes por la noche no hicimos nada más que abrazarnos a Miguel y Marina y tomarnos algo en su terraza charlando amenamente. Lo que nos tomamos estaba bien rico: daikiris de frutas exprimidas por nosotros mismos. Nos actualizamos un poco con los Patch-Elliot y con Serge a la brisa de Montgat.
El sábado nos levantamos prontito, a eso de las 10, y seguimos un ritual que se inventó alguno de estos que consiste en bañarse en el mar antes de desayunar. Qué bien nos sentó, a pesar de lo poco amigo de la playa que soy. Recién salidos del agua nos desayunamos unas tostadas y actualizamos nuestros facebooks, que por la mañana no hay nada que hacer más que ver el tiempo pasar. Yo me piré, que había quedado para comer con mi madre y mis tíos en Santa Coloma de Gramenet, concretamente en Casa Pepe, un restaurante gigantesco regentado por unos gallegos bien majos. Nos pusimos hasta las cartolas de jamón, pulpo, buñuelos de bacalao y demás delicatessen y pusimos rumbo a Barcelona. Cómo mola pasear por el Gòtic, con sus turistas y sus músicos callejeros tocando música clásica. Hicimos parada técnica en El Mesón del Café, un lugar que siempre visito con mi familia, nos tomamos un café (y yo un granizado de limón) y seguimos nuestra ruta. Charlé sobre mi futuro (incierto) con mi familia, vi un H&M en un edificio finísimo que nada que ver, con luces de neón incluidas, y nos paramos en una terraza a tomarnos una cerve. Se me echó el tiempo encima y volé hasta Montgat para cambiarme de ropa y salir hacia La Paradeta, la marisquería de la que todos hablaban y que yo no había catado porque no soy muy amigo del marisco. La cosa consiste en que, a la entrada, hay un puesto (una parada) de pescado y marisco tipo mercado de toda la vida en el que tú pides lo que quieres cenar, lo pagas y esperas en una mesa a que te lo cocinen. El vino turbio se encargó de regar las ostras, las navajas, las tallarinas, los pulpitos, las gambas y los chopitos. Miguel se puso enfermo en medio de la cena, llevaba unos días medio sí medio no y al final fue que sí, pero el tío aguantó como un jabato. Nos quedamos cortos al pedir, y cuadno volvimos al puesto, había una cola que salía del local (no exagero) y tuvimos que rogar a una de las empleadas que nos pusiera algo más de estrangis. Ante la amenaza de ser lapidados por ostras frescas, nos cargamos de botellas de vino turbio y limones y tan ricamente.
La siguiente parada fue Can Marc, un pedazo casa por Las Ramblas de la que disfruta Marc desde hace bien poco. En su mega terraza estilo Mujeres al borde de un ataque de nervios estuvimos charlando de Robyn Sherbatsky e intentando recordar a alguna actriz que haya ganado el óscar a la mejor protagonista que luego haya tenido una carrera más o menos digna. No encontramos a nadie. Me hizo mucha ilusión volver a ver a Marc, que entre pitos y flautas llevaba desde octubre sin verle. Le vi feliz y buena onda, muy bien. A eso de las 3 estábamos rotos y nos cogimos un taxi a la casita de la playa. Al llegar, nos entró un regomello maligno y nos comimos unas tostadas con tomate y salmón. ÑAM.
El domingo era día de bajón, yo estuve medio de mal humor, porque tocaba irse. Cada vez que pienso que este verano no tengo vacaciones me entran los siete males. Y tener que irse al día y medio de haber llegado no son vacaciones ni son nada. Retrasamos la comida todo lo que pudimos y nos deleitamos con el arroz que preparó Miguel, que es todo un maestro. A mí el arroz no me hace demasiada gracia, pero con los arroces de Miguel me parto la caja. Llegó el momento de despedirse y ala, a Madrid otra vez, a la rutina del trabajo y con la carga de que es verano y debería estar en otro sitio que no fuera Pozuelo de Alarcón.
Estoy enganchadísimo a Battlestar Galactica. Era escéptico al principio, porque me parecía un Star Trek serie Z, pero resulta que no, que está genial. Muy mística y entretenida, me encanta haberla descubierto cuando ya ha terminado, porque así me lo puedo ver todo de seguido sin tener que esperar a que graben otra temporada y demás inconvenietes de las series de ahora. Ya voy por la tercera, y me quedan la miniserie BSG Razor y la cuarta... y para el año que viene, Cáprica, la precuela.
Me he cambiado de compañías de internet y móvil. Bye bye, Orange, ahí te quedas, con tus teleoperadoras mala onda, tu servicio deficiente, tu TV sin canales temáticos, tus precios abusivos en el móvil y tus campañas dirigidas a jóvenes de prepago. Ahora estamos con Jazztel, que nos han tratado de perlas por el momento y la conexión no se va ni nada. Lo del móvil todavía no sé, mañana por fin tendré mi tarjeta de Simyo, y espero que todo bien.
Otra cosa: las rebajas de internet. En American Apparel tienen cosas a 6 euros, y en Asos de todo a precios de risa. Miguel nos descubrió la página y creo que se va a quedar para siempre, porque a preciso normales tampoco está nada mal, teniendo en cuenta que la libra está barata. Aun así, tengo que controlarme, que el "sueldo" de becario no da para todo. Bueno, no da para casi nada.
Comentaré también que aunque Dani y Jose lo pasaran fenomenal en el FIB, me alegro de no haber ido. Sé que volveré algún año, pero este año ha caído la de dios es cristo, han cancelado conciertos y la masificación era insufrible. Aunque las crónicas (en El País, en JNSP, en Soitu) eran divertidísimas, y hasta nos han dado un nuevo término del que estoy enamorado: DOGFLUTE. Salta pal lao.
Este viernes, otra escapadita de fin de semana, esta vez a Herrera de Pisuerga, que son las fiestas del Cangrejo y no nos queremos perder la elección de MIss Cangrejo y Miss Turismo, eventos de los que hemos oído hablar pero de los que no nos creeremos nada hasta que los veamos con nuestros ojitos.
Y para acabar, dos vídeos rodados con un presupuesto parecido, con la diferencia de que uno es ALUCINANTE y otro ESPELUZNANTE.
ESPELUZNANTE:
ALUCINANTE:
Este fin de semana nos fuimos en masa a Barcelona, que ya se sabe, no podemos hacer nada solos, y menos si es ir a Barcelona. Los viajes a Barcelona hay que hacerlos todos juntos, que si no, nos perdemos. Henar y Santi fueron antes, el viernes salimos en coche Jose, los Pablos y yo. Salimos después de comer, así que el viernes por la noche no hicimos nada más que abrazarnos a Miguel y Marina y tomarnos algo en su terraza charlando amenamente. Lo que nos tomamos estaba bien rico: daikiris de frutas exprimidas por nosotros mismos. Nos actualizamos un poco con los Patch-Elliot y con Serge a la brisa de Montgat.
El sábado nos levantamos prontito, a eso de las 10, y seguimos un ritual que se inventó alguno de estos que consiste en bañarse en el mar antes de desayunar. Qué bien nos sentó, a pesar de lo poco amigo de la playa que soy. Recién salidos del agua nos desayunamos unas tostadas y actualizamos nuestros facebooks, que por la mañana no hay nada que hacer más que ver el tiempo pasar. Yo me piré, que había quedado para comer con mi madre y mis tíos en Santa Coloma de Gramenet, concretamente en Casa Pepe, un restaurante gigantesco regentado por unos gallegos bien majos. Nos pusimos hasta las cartolas de jamón, pulpo, buñuelos de bacalao y demás delicatessen y pusimos rumbo a Barcelona. Cómo mola pasear por el Gòtic, con sus turistas y sus músicos callejeros tocando música clásica. Hicimos parada técnica en El Mesón del Café, un lugar que siempre visito con mi familia, nos tomamos un café (y yo un granizado de limón) y seguimos nuestra ruta. Charlé sobre mi futuro (incierto) con mi familia, vi un H&M en un edificio finísimo que nada que ver, con luces de neón incluidas, y nos paramos en una terraza a tomarnos una cerve. Se me echó el tiempo encima y volé hasta Montgat para cambiarme de ropa y salir hacia La Paradeta, la marisquería de la que todos hablaban y que yo no había catado porque no soy muy amigo del marisco. La cosa consiste en que, a la entrada, hay un puesto (una parada) de pescado y marisco tipo mercado de toda la vida en el que tú pides lo que quieres cenar, lo pagas y esperas en una mesa a que te lo cocinen. El vino turbio se encargó de regar las ostras, las navajas, las tallarinas, los pulpitos, las gambas y los chopitos. Miguel se puso enfermo en medio de la cena, llevaba unos días medio sí medio no y al final fue que sí, pero el tío aguantó como un jabato. Nos quedamos cortos al pedir, y cuadno volvimos al puesto, había una cola que salía del local (no exagero) y tuvimos que rogar a una de las empleadas que nos pusiera algo más de estrangis. Ante la amenaza de ser lapidados por ostras frescas, nos cargamos de botellas de vino turbio y limones y tan ricamente.
La siguiente parada fue Can Marc, un pedazo casa por Las Ramblas de la que disfruta Marc desde hace bien poco. En su mega terraza estilo Mujeres al borde de un ataque de nervios estuvimos charlando de Robyn Sherbatsky e intentando recordar a alguna actriz que haya ganado el óscar a la mejor protagonista que luego haya tenido una carrera más o menos digna. No encontramos a nadie. Me hizo mucha ilusión volver a ver a Marc, que entre pitos y flautas llevaba desde octubre sin verle. Le vi feliz y buena onda, muy bien. A eso de las 3 estábamos rotos y nos cogimos un taxi a la casita de la playa. Al llegar, nos entró un regomello maligno y nos comimos unas tostadas con tomate y salmón. ÑAM.
El domingo era día de bajón, yo estuve medio de mal humor, porque tocaba irse. Cada vez que pienso que este verano no tengo vacaciones me entran los siete males. Y tener que irse al día y medio de haber llegado no son vacaciones ni son nada. Retrasamos la comida todo lo que pudimos y nos deleitamos con el arroz que preparó Miguel, que es todo un maestro. A mí el arroz no me hace demasiada gracia, pero con los arroces de Miguel me parto la caja. Llegó el momento de despedirse y ala, a Madrid otra vez, a la rutina del trabajo y con la carga de que es verano y debería estar en otro sitio que no fuera Pozuelo de Alarcón.
Estoy enganchadísimo a Battlestar Galactica. Era escéptico al principio, porque me parecía un Star Trek serie Z, pero resulta que no, que está genial. Muy mística y entretenida, me encanta haberla descubierto cuando ya ha terminado, porque así me lo puedo ver todo de seguido sin tener que esperar a que graben otra temporada y demás inconvenietes de las series de ahora. Ya voy por la tercera, y me quedan la miniserie BSG Razor y la cuarta... y para el año que viene, Cáprica, la precuela.
Me he cambiado de compañías de internet y móvil. Bye bye, Orange, ahí te quedas, con tus teleoperadoras mala onda, tu servicio deficiente, tu TV sin canales temáticos, tus precios abusivos en el móvil y tus campañas dirigidas a jóvenes de prepago. Ahora estamos con Jazztel, que nos han tratado de perlas por el momento y la conexión no se va ni nada. Lo del móvil todavía no sé, mañana por fin tendré mi tarjeta de Simyo, y espero que todo bien.
Otra cosa: las rebajas de internet. En American Apparel tienen cosas a 6 euros, y en Asos de todo a precios de risa. Miguel nos descubrió la página y creo que se va a quedar para siempre, porque a preciso normales tampoco está nada mal, teniendo en cuenta que la libra está barata. Aun así, tengo que controlarme, que el "sueldo" de becario no da para todo. Bueno, no da para casi nada.
Comentaré también que aunque Dani y Jose lo pasaran fenomenal en el FIB, me alegro de no haber ido. Sé que volveré algún año, pero este año ha caído la de dios es cristo, han cancelado conciertos y la masificación era insufrible. Aunque las crónicas (en El País, en JNSP, en Soitu) eran divertidísimas, y hasta nos han dado un nuevo término del que estoy enamorado: DOGFLUTE. Salta pal lao.
Este viernes, otra escapadita de fin de semana, esta vez a Herrera de Pisuerga, que son las fiestas del Cangrejo y no nos queremos perder la elección de MIss Cangrejo y Miss Turismo, eventos de los que hemos oído hablar pero de los que no nos creeremos nada hasta que los veamos con nuestros ojitos.
Y para acabar, dos vídeos rodados con un presupuesto parecido, con la diferencia de que uno es ALUCINANTE y otro ESPELUZNANTE.
ESPELUZNANTE:
ALUCINANTE:
martes, julio 14, 2009
Que bien estais todos en Londres
Bueno, el caso es que el sábado me levanté pronto para haber estado en una boda el día anterior y bastante dignamente. Terminé la maleta y me fui para el aeropuerto. Antes me encantaban los aeropuertos, disfrutaba dando vueltas por ahí, pero últimamente no tengo paciencia y me aburro como una ostra. Por lo menos en Barajas tienen esas cárceles para fumadores. Me hice un "Altos vuelos" y me probé un par de perfumes, incluida la del cuerpecillo de Gaultier, para cerrar el homenaje a Chico y Chica. El avión, como no, se retrasó. Pero bueno, volar con British Airways siempre es un placer, el personal es majísimo, te dan de comer y los asientos son cómodos. Vamos, como volar en 1997. Me tocó detrás de 3 postadolescentes españoles locos que no paraban de hablar altísimo sobre fútbol, de moverse como epilépticos en sus asientos y de hacer improvisaciones de rap (no sin antes anunciárselas a todo el pasaje) La señora inglesa que tenía al lado estaba un poco acojonada. El vuelo transcurrió con normalidad. Cuando aterrizamos, mientras la gente esperaba para salir del avión, tuve que sacar la moleskine para apuntar una frase de los postadolescentes locos: "Solo tengo mis cojones y mi palabra", dicho como con deje hip hop. Ay dios...
Una vez en Londres, me encontré con que el metro estaba en obras. Después de dar unas vueltas, un señor me informó de que el metro funcionaba normalmente, así que me metí para descubrir que el señor me había engañado y que para llegar a Liverpool Street había que dar una vueltas rarísimas, incluyendo buses gratis para cubrir las estaciones en obras. Al final llegué tarde, pero Sele y los demás también, así que ninguno tuvo que esperar. Sele me presentó a Pedro y a Raul, que organizaron el concierto de Joe Crepúsculo allí en Londres. Unos chicos majísimos, que nos acogieron y nos trataron de perlas. Fuimos a dejar los equipajes y de ahí a tomarnos una lata de cerveza por la calle. Después, a un pub de la zona, creo que se llama The Old Last Blue, pero lo digo de memoria y de eso voy escaso. Nos agobiamos un poco y nos salimos a fumar. Justo llegaron Aida y Manuel. En el pub, casualmente, había un grupo de gente de Madrid que nos sonaban del Nasti. Mientras los demás se iban a esperar a Joel y a Sergio, que llegaban tarde, Sele, Aída, Manuel y yo nos fuimos al Catch a bailar temazos de hace 3 años (CSS, Klaxons) y a flipar con los precios de Londres, que parecen de Bratislava. Entre que aquí todo es cada vez más caro y que la libra está por los suelo, por 7 euros te puedes tomar medio litro de cerveza y una copa. Un poco raro no poder fumar mientras bailas, pero a todo se acostumbra uno. Al salir del Catch nos quedamos al lado bebiendo una cerve y presenciamos la típica pelea de ingleses híper borrachos dándose hostiejas a go-go. Nos quedamos un poco impresionados, pero al ver que la marquesina estaba hecha trizas, pensamos que eso debía ser lo habitual para una noche inglesa y nos fuimos, ya con todo el mundo, a un parque a bebernos la última. Estuvimos charlando de Cotilleo Indie, que ha llegado hasta Londres. A unos no les gustaba nada y otros estábamos totalmente a favor. Aprovecho ahora para aclarar que yo NO TENGO NADA QUE VER CON EL BLOG, que alguien me pidió que lo volviera a abrir, como si estuviera en mi mano. Por mí, que ese blog no hubiera desparecido, ¡soy (era) fans! Destruidos por los viajes y la noche, nos cogimos un taxi a Peckham y al sobre.
El domingo nos levantamos prontito y desayunamos galletas inglesas. Estuvimos charlando y nos fuimos a Brick Lane, que tenían que repartir flyers para el concierto de por la noche. Yo aproveché y quedé con mis hermanas, que estaban las tres en Londres, para comer en le mercadillo y achuchar a mi sobri y masacrarla a fotos. Dimos un paseíllo hasta Old Street y nos sentamos en una terraza a tomar un café. Justo en ese momento pasó Josie Supermodelo por ahí. Todomundo en la capital. Nos fuimos a casa de mi hermana, aunque solo estuve 20 minutillos porque a las 19 empezaba el sarao y no quería perderme nada. De camino me compré el especial de Michael Jackson del NME, con una portada chulísima.
Cuando llegué, estaban las McKenzies fuera del garito, así que nos tomamos otra cerve (que se pueda beber por la calle engancha) La gente tardó en llegar, pero al final The Legion se llenó. Estaba hasta Verónica Echegui, que al parecer está viviendo en Londres. La noche empezó con dos grupos de allí. The Siegfried Sasson sonaban a los Rentals haciendo versiones de Futureheads (siginifique lo que signifique esta tontería) Sonaban genial, me pillé el single. Luego, The Welcome Commitee me dieron un poco de bajón, sonaban bastante a Placebo, así que me salí a socializar con la horda de españoles que abarrotaban las mesas de fumadores. Muchas risas, una americana adicta al chorizo, corresponsales del telediario... un show. Entonces llegó el momento de Joe Crepúsculo. Con la sala abarrotada, tocó un montón de hits y la gente respondió muy bien. Hasta se marcó una versión muy electrónica de mi canción favorita de él, Gabriela. Acabó con una visita bakaladera de Para Elisa. Cuando terminó, las McKenzies y un servidor estuvieron poniendo musicón, auqnue la fiesta acabó prontito, a las 12 o así, que al día siguiente la gente trabajaba y Londres es una ciudad tempranera (la cosa había empezado a las 19) Salimos exhaustos del garito, y Aída empezó a clamar por un kebab, así que nos comimos uno. Luego caímos en que no habíamos cenado... Nos cogimos un taxi y a casa.
Al día siguiente volvimos a madrugar, nos duchamos rápido, terminamos las maletas y salimos en dirección rebajas. Pasamos por la mejor tienda del mundo para comprar discos, dvds y libros, Fopp, que tiene unos precios de escándalo durante todo el año. Me compré el Pinkerton de Weezer, el Everything is possible de Os Mutantes, el PopArt de Pet Shop Boys, la edición especial de A Weekend in the city de Bloc Party y el nuevo de los Yeah Yeah Yeahs. 5 discazos (uno de ellos doble y otro con DVD), por 24 libras. ¡ZAS! Continuamos hasta Oxford Street, pero no me pude quedar mucho porque quería comer con mi familia para despedirme. Eso sí, me dio tiempo a pillarme Dear Diary, un libro que ya me he empezado y que es divertidísimo. Me fui hasta Archway, comí macarrones con mi familia, me despedí de todos menos de mi sobri, y me fui para el aeropuerto, donde empezaría mi calvario particular. Llegué tarde, la del puesto de Iberia fue muy borde y tuve que esperar muchísimo para el control, que en Inglaterra son especialemente exhaustivos. El vuelo se retrasó tanto que me encontré a las McKenzies, que salían una hora más tarde que yo (sobre el papel) y acabaron despegando una hora antes. Fue el típico infierno de tenerte una hora encerrado en el avión, sin dar explicaciones ni nada. De hecho, me dormí y cuando me desperté pensé "ya estamos en casa"... ¡y todavía no habíamos salido! A pesar de las dos horas y media de retraso y de las horas que eran (las 10 de la noche), a Iberia no le pareció de recibo darnos algo de comer gratis, y pasé de gastarme 7 euros en un sandwich. Así que hasta la 1,30 que llegué a mi casa no cené. Para colmo, era tardísimo y si cogía el metro y el bus iba a aparecer en Majadahonda al día siguiente, así que me tuve que dejar un panojón en taxi. Me fui a dormir con un cabreo...
Pero bueno, me lo pasé genial en Londres, me di cuenta de que allí me muevo como pez en el agua y que, aunque no creo que pudiera pasar una temporada muy larga allí, sí que voy a ir durante toda mi vida, tenga familia o no, porque es una ciudad muy especial en la que siempre hay algo que hacer. Me quedé con las ganas de ver a mi prima y a Jorge, pero nuestras agendas fueron incompatibles. Aun así, cuando acabe las prácticas y me quede en el paro, en octubre, pienso volver, y esta vez por lo menos una semana, que las últimas veces han sido tan cortas que ni me he enterado.
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Now playing: No Doubt - Rock Steady
via FoxyTunes
jueves, julio 09, 2009
La Boda y el fumeque
¡Hola!
Toda la semana con lo de siempre: "Tengo que actualizar", "a ver qué he apuntado", "ahora no, que no me apetece", "uff, ya son las 12, me voy a la cama", etc. Pero hoy no me escapo. Lisensiado Domingues se merece un respeto.
Hace unos findes estuvimos en una fiesta promocional de una marca de tabaco y lo pasamos fenomenal. Estuvimos haciéndonos fotos en la zona VIP, estuvimos enredando allí como dos horas, nos echaron de la zona VIP (no sin llevarnos una buena colección de fotos que nos van a venir de perlas para flyers), bebimos gratis y comprobamos que hay calidades en el mundo POLIKLYN, los W.C. de festivales. Tenían unos finísimos con taza de verdad (no de plástico) y con agua corriente para lavarse las manos y con papel y con luz. Un lujo que exigimos para el Primavera del año pasado. Marta, Santi y yo nos cogimos un taxi a Majadahonda sin miramientos, pero los demás se quedaron dándolo todo.
La semana pasó un poco sin pena ni gloria. El lunes nos llegó el pedido de Threadless con un sabor agridulce: por un lado, las camis son geniales y nos encantan, pero por otro, nos pillaron el paquete en aduanas y nos metieron un sablazo que ya ya... La verdad es que eran 33 camisetas (para 10 personas), así que la cosa, repartida, nos salió bien. El caso es que tengo un cabreo con Correos que lo flipas, porque no me llegan las cosas a casa, ni me dejan aviso ni nada. Tuve que ir a la oficina y preguntar si, un mes después de hacer el pedido, había llegado. Y sí había llegado, claro, 10 días antes. La única explicación que me dieron fue que "el cartero debe ser nuevo". Pues... fenomenal, moza. Como el cartero es nuevo, no me trae las cartas y las devuelven.
El martes quedé con Pablo, Adrián y Alber para darles sus camisetas. Fuimos al Tabula Café, donde nos trataron muy bien, aunque una caña cuesta 2,5€urodolars. A Pablo le habían dado buenas noticias y nos invitó a unas papas con mojo picón que nos supieron a gloria bendita. En realidad, Adrián estuvo 5 minutos, que se iba al teatro y tenía que temrinar maletas y jaleos, que ya no le vemos hasta mediados de agosto.
El jueves, por falta de tiempo, tuve que hacer la maleta para el finde. A medida que se acercaba el finde me ponía más nervioso, porque el viaje a Londres me apetecía un montón y quería que todo saliese bien y tener tiempo para hacer todo lo que quería hacer. Ese mismo jueves me corté el pelo en un Spejo's al lado de mi curro, y salí tan contento. Por la tarde quedé con Miguel y Marina, que habían venido de Barcelona. Como no, fuimos a La Maloka, que es la primera parada obligatoria si Marina está en Majadahonda. Después de dos cañejas y unas patatas Maloka, me fui a la Madrileña a cenar como un señor con mi familia. Todas las visitas, etc. tenían una razón de ser, uno de los eventos del año: la boda de Gerardo y Leticia.
El viernes era tan magno acontecimiento, y tuve un día jodido en el curro, llegué a casa baldado. Me eché una siestecita de una hora y me puse todo maqueado para asistir a la boda de mi amiga. Cómo molan las bodas de los amigos, en las que no tienes casi responsabilidad y eres el último mono y nadie sabe quién eres. Como la de Ana del año pasado. La iglesia de Santa Bárbara me pareció preciosa, nunca había estado. Eso sí, tengo que reconocer que a algunos los ritos católicos nos adn urticaria y nos fuimos a una taberna irlandesa a tomarnos unas pintas tras escuchar unos pasajes horribles del Génesis en los que se dice que la mujer sale del hombre y que está para servir y para ser un objeto y un robot cuyo mando a distancia tiene el macho alfa. Luego se pusieron con que si vamos a rezar y no sé qué y ahí nos salimos. Después de la ceremonia, fotos y al autobús. Era operación salida y tardamos un poco en llegar a La Quinta de Jarama, un sitio guay para celebrar bodas. Con sus jardincitos, su río, sus camareros educadísimos, sus amplios salones y sus cuartos de baño con sofá (!!!)
Nos reencontramos en la mesa con Luna, a la que no veía desde hacía más de 10 años. Intentamos ser los más escandalosos de la cena con gritos de "¡Viva los novios!", "¡Que se besen!" y tal, pero nos pusieron al lado de los amigos del novio que nos ganaron (incluso lo mantearon, too much para nosotros) El baile se abrió con la emocionante e in crescendo Hey Jude de The Beatles, que acabamos bailando y cantando a grito pelao. Había una barra de copas y otra de cócteles. La de los cócteles era total, con camareros haciendo malabares con las cocteleras y las botellas, un puntazo. Lo siguiente fue lo típico de una boda: bailar Shakira, hablar de lo humano y lo divino, hacerse fotos, querer mazo a todos tus amigos, hablar con gente a la que no volverás a ver y ni siquiera sabes su nombre... En fin, un bodorrio divertidísimo. Al final a Marina se le olvidó organizar el photocall.
El viaje a Londres, en otro post, que me está resultando larguísimo...
Toda la semana con lo de siempre: "Tengo que actualizar", "a ver qué he apuntado", "ahora no, que no me apetece", "uff, ya son las 12, me voy a la cama", etc. Pero hoy no me escapo. Lisensiado Domingues se merece un respeto.
Hace unos findes estuvimos en una fiesta promocional de una marca de tabaco y lo pasamos fenomenal. Estuvimos haciéndonos fotos en la zona VIP, estuvimos enredando allí como dos horas, nos echaron de la zona VIP (no sin llevarnos una buena colección de fotos que nos van a venir de perlas para flyers), bebimos gratis y comprobamos que hay calidades en el mundo POLIKLYN, los W.C. de festivales. Tenían unos finísimos con taza de verdad (no de plástico) y con agua corriente para lavarse las manos y con papel y con luz. Un lujo que exigimos para el Primavera del año pasado. Marta, Santi y yo nos cogimos un taxi a Majadahonda sin miramientos, pero los demás se quedaron dándolo todo.
La semana pasó un poco sin pena ni gloria. El lunes nos llegó el pedido de Threadless con un sabor agridulce: por un lado, las camis son geniales y nos encantan, pero por otro, nos pillaron el paquete en aduanas y nos metieron un sablazo que ya ya... La verdad es que eran 33 camisetas (para 10 personas), así que la cosa, repartida, nos salió bien. El caso es que tengo un cabreo con Correos que lo flipas, porque no me llegan las cosas a casa, ni me dejan aviso ni nada. Tuve que ir a la oficina y preguntar si, un mes después de hacer el pedido, había llegado. Y sí había llegado, claro, 10 días antes. La única explicación que me dieron fue que "el cartero debe ser nuevo". Pues... fenomenal, moza. Como el cartero es nuevo, no me trae las cartas y las devuelven.
El martes quedé con Pablo, Adrián y Alber para darles sus camisetas. Fuimos al Tabula Café, donde nos trataron muy bien, aunque una caña cuesta 2,5€urodolars. A Pablo le habían dado buenas noticias y nos invitó a unas papas con mojo picón que nos supieron a gloria bendita. En realidad, Adrián estuvo 5 minutos, que se iba al teatro y tenía que temrinar maletas y jaleos, que ya no le vemos hasta mediados de agosto.
El jueves, por falta de tiempo, tuve que hacer la maleta para el finde. A medida que se acercaba el finde me ponía más nervioso, porque el viaje a Londres me apetecía un montón y quería que todo saliese bien y tener tiempo para hacer todo lo que quería hacer. Ese mismo jueves me corté el pelo en un Spejo's al lado de mi curro, y salí tan contento. Por la tarde quedé con Miguel y Marina, que habían venido de Barcelona. Como no, fuimos a La Maloka, que es la primera parada obligatoria si Marina está en Majadahonda. Después de dos cañejas y unas patatas Maloka, me fui a la Madrileña a cenar como un señor con mi familia. Todas las visitas, etc. tenían una razón de ser, uno de los eventos del año: la boda de Gerardo y Leticia.
El viernes era tan magno acontecimiento, y tuve un día jodido en el curro, llegué a casa baldado. Me eché una siestecita de una hora y me puse todo maqueado para asistir a la boda de mi amiga. Cómo molan las bodas de los amigos, en las que no tienes casi responsabilidad y eres el último mono y nadie sabe quién eres. Como la de Ana del año pasado. La iglesia de Santa Bárbara me pareció preciosa, nunca había estado. Eso sí, tengo que reconocer que a algunos los ritos católicos nos adn urticaria y nos fuimos a una taberna irlandesa a tomarnos unas pintas tras escuchar unos pasajes horribles del Génesis en los que se dice que la mujer sale del hombre y que está para servir y para ser un objeto y un robot cuyo mando a distancia tiene el macho alfa. Luego se pusieron con que si vamos a rezar y no sé qué y ahí nos salimos. Después de la ceremonia, fotos y al autobús. Era operación salida y tardamos un poco en llegar a La Quinta de Jarama, un sitio guay para celebrar bodas. Con sus jardincitos, su río, sus camareros educadísimos, sus amplios salones y sus cuartos de baño con sofá (!!!)
Nos reencontramos en la mesa con Luna, a la que no veía desde hacía más de 10 años. Intentamos ser los más escandalosos de la cena con gritos de "¡Viva los novios!", "¡Que se besen!" y tal, pero nos pusieron al lado de los amigos del novio que nos ganaron (incluso lo mantearon, too much para nosotros) El baile se abrió con la emocionante e in crescendo Hey Jude de The Beatles, que acabamos bailando y cantando a grito pelao. Había una barra de copas y otra de cócteles. La de los cócteles era total, con camareros haciendo malabares con las cocteleras y las botellas, un puntazo. Lo siguiente fue lo típico de una boda: bailar Shakira, hablar de lo humano y lo divino, hacerse fotos, querer mazo a todos tus amigos, hablar con gente a la que no volverás a ver y ni siquiera sabes su nombre... En fin, un bodorrio divertidísimo. Al final a Marina se le olvidó organizar el photocall.
El viaje a Londres, en otro post, que me está resultando larguísimo...
miércoles, julio 01, 2009
Recopilatorio Julio 09
Ala, ya se ha ido Junio, con sus trágicas muertes y la llegada del calor... Y, como cada primero de mes, como las nóminas, llega mi recopilatorio. Este mes me ha quedado muy de aquí (la mitad de las canciones son de grupos españoles), muy de ahora (bastantes novedades, como la canción soul de Yo La Tengo, una nueva de Fleet Foxes o el nuevo grupo de una de The Organ, Lovers Love Haters), muy de antes y muy como siempre, de todo un poco. Especial mención haré a un temazo que he metido: Your Ghost, de Kristin Hersh de Throwing Muses y Michael Stipe de R.E.M., una canción que pone los pelos de punta. Y una de Bowie que me puso Guille hace como 10 años, The Laughing Gnome, que la he recuperado hace una semana y me encanta ¡Espero que os guste, los recopilatorios cada vez tienen más éxito!
1. La Prohibida - Terechkova
2. Mano de Santo - Efecto Sli
3. Kristin Hersh & Michael Stipe - Your Ghost
4. Lovers Love Haters - Sounds & Silences
5. Los Punsetes - Accidentes
6. Liechtenstein - White dress
7. Astrogirls - Fórmula 2086
8. David Bowie - The Laughing Gnome
9. Jarvis Cocker - Hold still
10. Yo La Tengo - Periodically double or triple
11. Gossip - Dimestore diamond
12. Javiera Mena - Pepper
13. Los Caramelos - El poder de la radio
14. Los Piratas - Inerte
15. Baxendale - Summer of hate
16. Peanut Pie - Damaged
17. Fleet Foxes - Blue spotted tail
18. Klaus & Kinski - Por qué no me das tu dinero
19. Juana Molina - Un día
20. Papá Topo - Oso Panda
21. Linda Mirada - Tokio
22. Garbanzo - Yo te q hiero
23. Sexy Sadie - Sr. Nadie
Está AQUI.
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